¡Qué se pare el mundo que el Museo del Prado tiene 200 años! Eso es lo que debieron pensar los responsables de la pinacoteca, la más importante de nuestro país y una de las más importantes del mundo, al ultimar la programación de este 2019. Con el motivo del bicentenario del museo, las salas del Prado se llenarán con algunas de las muestras más espectaculares de los últimos años que harán las delicias de los amantes del arte.

En Madrid siempre se ha contado con una gran oferta cultural en términos artísticos. Ya se ha comentado alguna el conocido Triángulo del Arte, pero la variedad es tal que siempre hay alguna exposición nueva con la que deleitar los sentidos. Algunas de las últimas en pisar tierras madrileñas, y también de las más interesantes, son Van Gogh Alive-The Experience y Leonardo Da Vinci. Los rostros del genio. La primera, que se puedo visitar en la segunda planta del Círculo de Bellas Artes hasta el 26 de febrero, realizó un recorrido por la vida del pintor holandés a través de una muestra multimedia que cuenta con más de 3.000 imágenes. La segunda, por su parte, aprovecha el quinto centenario de la muerte de Da Vinci para explorar los aspectos más desconocidos del genio italiano, quien de no haber contado con el apoyo de mecenas como Lorenzo de Medici (uno de los banqueros más importantes de la Italia renacentista que, además de su pasión por el arte, también es conocido por crear algunos juegos de casino como la bassetta o il frusso) no habría llegado a convertirse en una figura clave de la Historia. Esta exposición cuentó con dos sedes, una de pago en el Palacio de las Alhajas y otra gratuita en la Biblioteca Nacional.

Con todo, y a pesar de que a lo largo del año podremos disfrutar de exposiciones artísticas realmente impresionantes, lo cierto es que el Museo del Prado se lleva la palma. El pasado noviembre la pinacoteca dio el pistoletazo de salida a los eventos que conmemoran su bicentenario con Museo del Prado 1819-2019. Un lugar de memoria, una muestra que puedo visitarse hasta el pasado 10 de marzo. La exposición, ubicada en las salas A y B, cuentó con un total de 168 obras (134 de colecciones propias y 34 cedidas por instituciones nacionales e internacionales) y permite realizar un recorrido cronológico en ocho etapas por la historia del museo en sus dos siglos de vida, prestando especial atención a su adaptación al contexto social e histórico del país. Un mes antes, y a modo de preludio de las grandes exposiciones que estaban por llegar, el Prado ponía en marcha una de las muestras más interesantes de los últimos años por abordar a una de las figuras artísticas más relevantes del siglo XV y también de las más desconocidas: Bartolomé Bermejo. La muestra, organizada en colaboración con el Museu Nacional d’Art de Catalunya, reunió la mayor parte de las obras de este pintor de origen cordobés que desarrolló su actividad en la Corona de Aragón y que según los expertos debió formarse, o al menos tener relación, con los artistas flamencos de la época por la similitud en sus formas.

Precisamente de este entorno flamenco, en concreto del de Jan van Eyck, procede otra de las obras protagonistas del Prado. Se trata de La Fuente de la Gracia, una de las tablas flamencas más interesantes y enigmáticas que posee el museo. La obra, que llegó a la pinacoteca procedente del Museo de la Trinidad, fue descubierta en el siglo XIX y durante años se convirtió en la pintura flamenca de referencia del Prado por estar atribuida al famoso pintor. Sin embargo, el halo de misterio que rodea su llegada a España, así como las circunstancias en las que se realizó, llevaron a que se considerara que Jan van Eyck no era su autor, lo que provocó que la obra cayera en el olvido como una obra secundaria en las colecciones de arte flamenco.

La última comunión de san José de Calasanz de Goya (Wikimedia)

 

También en la actualidad, y hasta el mes de octubre, podemos disfrutar de La última comunión de san José de Calasanz, de Goya. La obra del pintor zaragozano ha sido cedida durante un año por la Orden de las Escuelas Pías de la provincia de Betania y es especialmente relevante puesto que, al igual que el propio museo, también celebra su bicentenario este 2019.

Hasta hace dos semanas, se pudo contemplar en las salas del Prado Una pintura para una nación. El fusilamiento de Torrijos que presenta los bocetos previos y documentos relativos al cuadro El Fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en las playas de Málaga realizado por Antonio Gisbert para el museo en 1888.

Este abril es el turno de Giacometti en el Prado, que ubica obras del escultor y pintor de origen suizo en armonía con las colecciones de la pinacoteca; y de El Gabinete de Descanso de Sus Majestades, un proyecto que busca recrear con la mayor fidelidad posible la sala número 39 creada en 1828 como una galería dedicada a los retratos de la dinastía de los Borbones.

 La Anunciación de Fra Angelico (Wikimedia)

 

En mayo se expondrá Fra Angelico y los inicios del Renacimiento en Florencia, una muestra que explora los inicios del Renacimiento italiano y que nos permitirá observar en primera persona La Anunciación, el cuadro más famoso del pintor.

Junio, por su parte, acogerá Velázquez, Rembrandt, Vermeer. Miradas afines en España y Holanda, una ambiciosa exposición para la cual el Prado ha llegado a una colaboración con el Rijksmuseum de Ámsterdam, que cederá un gran número de obras.

Octubre contará con dos exposiciones: El maestro de papel. Cartillas españolas para aprender a dibujar de los siglos XVII y XVIII y Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana. Dos modelos de mujeres artistas, una muestra de 60 obras de dos las mujeres más importantes de la pintura occidental de la historia.

La reina Ana de Austria de Sofonisba Anguissola (Wikimedia)

 

El Prado cerrará su año grande con Prado 200, una nueva unidad de su colección permanente que contará además con un soporte web, y Solo la voluntad me sobra. Dibujos de Goya, una exposición que tendrá de nuevo a Goya como protagonista.

A todo esto, debemos sumarle las muestras itinerantes que recorren toda la geografía española para celebrar este bicentenario. Así que ya sabéis, además de ir a visitar todo lo que el Prado tiene preparado para nosotros, no os olvidéis de echar un vistazo a los museos provinciales si os vais de viaje. Y que nadie se preocupe si sufre el síndrome de Stendhal: no será el único.