La restauración del edificio de las Casas Colgadas de Cuenca, el más emblemático de la ciudad, ha puesto al descubierto que algunas de las vigas que forman parte de su estructura tienen carcoma, por lo que se va a hacer un estudio para determinar las patologías de estos elementos arquitectónicos.
El alcalde de Cuenca, Darío Dolz, ha explicado este jueves que en el desarrollo de las obras de rehabilitación han aparecido algunas vigas carcomidas debajo de la balconada del edificio, un inmueble del siglo XV declarado Bien de Interés Cultural (BIC), por lo que es necesario revisar la integridad del inmueble, aunque ha aclarado que no existen problemas estructurales.
Dolz ha recordado que las últimas obras que se hicieron en el edificio se realizaron hace más de medio siglo, por lo que es necesario revisarlo por completo para "evitar sorpresas".
La carcoma ha sido detectada durante las obras de rehabilitación de parte del edificio, que adjudicó el Consorcio de la Ciudad de Cuenca por casi un millón de euros, que tienen como finalidad adaptar una parte del inmueble, propiedad del Ayuntamiento de Cuenca, para que pueda volver a utilizarse como restaurante, por lo que podría haber retrasos en la finalización de la obra, prevista para diciembre.
En cualquier caso, el regidor ha asegurado que estos problemas no han afectado al forjado del edificio, que además de la zona de restauración también alberga las dependencias del Museo de Arte Abstracto Español.
Las Casas Colgadas están situadas en lo alto de la Hoz del Río Huécar, junto al puente de San Pablo y frente al Parador de Turismo, dentro del casco histórico de Cuenca, declarado 'Patrimonio de la Humanidad' por la Unesco, y constituyen el edificio más singular y fotografiado de la ciudad.