Un detenido se fuga de los juzgados de Plaza de Castilla tras golpear a dos agentes
Un joven brasileño de 32 años, que había sido arrestado en el aeropuerto de Barajas por llevar cinco kilos de cocaína, se ha fugado de los madrileños Juzgados de Plaza de Castilla tras golpear a dos agentes y saltar la valla de salida, han informado a Europa Press fuentes policiales.
Los hechos tuvieron lugar el pasado sábado. A primera hora de la mañana, los agentes del aeropuerto madrileño interceptaron a este individuo con la droga y le apresaron. Sobre las 11.30 horas tres guardias civiles trasladaron en un furgón al detenido para que compareciera ante el juez. Ese día la rampa para los vehículos de los Juzgados estaba muy resbaladiza, por lo que introdujeron al detenido a pie hacia los calabozos, lo que el apresado aprovechó para memorizar la salida.
Una vez allí, le quitaron las esposas para que realizara los trámites oportunos y, en ese momento, el individuo, de complexión atlética y de gran corpulencia física, empujó a uno de los agentes, dándole en la cabeza y tirándole al suelo, y a otro le golpeó fuertemente en el estómago y la nariz, por lo que luego recibieron asistencia sanitaria de los médicos de las instalaciones.
Entonces, el preso salió corriendo, subió la rampa y saltó la valla del recinto, llegando a la calle, bajando dirección la calle Joan Maragall (antes Capitán Haya), donde torció en alguna otro vía del distrito de Tetuán y se le perdió la pista. Otros dos guardias civiles fueron tras de él, resbalándose y cayéndose al suelo en la rampa. El funcionario de los calabozos tampoco pudo hacer nada.
Los agentes dieron parte rápidamente al Juzgado de Guardia, al fiscal, y a los dos policías nacionales de la puerta, que también intentaron encontrar al fugado sin éxito. El juez emitió a las 12 horas una orden de búsqueda y personación en sede judicial acusado de tráfico de drogas y de evasión.
Se trata de David D.D.S.C., ciudadano brasileño con residencia en Sao Paulo y sin antecedentes policiales, que podría pertenecer a un escalafón menor de una red de narcotráfico de cocaína con conexiones en España, han indicado las mismas fuentes. Sin embargo, están haciendo pruebas, ya que sospechan que pudo haber dado nombre y documentación falsa, ya que por la manera de actuar podría haber conocido de visitas anteriores los Juzgados de Plaza de Castilla.
Ante lo ocurrido, la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) ha reiterado sus quejas por el hecho de la Benemérita custodie detenidos y presos en zonas donde la competencia de seguridad ciudadana es de Policía Nacional, como en la capital. Además de los Juzgados de Plaza de Castilla y Julián Camarillo, es el caso también de las Urgencias de hospitales.
Ante ello, han interpuesto una queja al Defensor del Pueblo para evitar casos como el de hoy o el ocurrido hace dos años con otra fuga en los Juzgados de Getafe u otra ocurrida en las puertas del Hospital 12 de Octubre en noviembre de 2018. "Así nos pasa, que nos agreden o se fugan y no tenemos apoyo o medios para reaccionar", señalan a Europa Press desde la asociación profesional.
Por todo esto, la AUGC ha pedido a la Secretaría de Estado de Seguridad una reforma y clarificación de la normativa sobre la custodia de detenidos, presos y penados y que un estamento o unidad coordine eficientemente este tipo de traslados, además de criticar la "duplicidad de bases de datos" entre los dos Cuerpos policiales estatales.
Por su parte, la Asociación Española de la Guardia Civil (AEGC) se ha mostrado hoy "disconforme" con el hecho de que en los Juzgados de Plaza de Castilla haya presencia de Guardia Civil, ya que no está dentro de sus destinos ni se puede elegir esas plazas, por lo que tienen que detraerlas de otras localizaciones. También denuncian que no existen medios personales y materiales adecuados en estas instalaciones para ellos.
Por ello, han pedido al Ministerio que clarifique su situación y que decida si sacar esas vacantes o no oficialmente. Igualmente, critican que no hay agentes suficientes para las conducciones de presos que realizan a juzgados y hospitales desde las siete cárceles madrileñas.
Además, cuando esos traslados a los centros sanitarios no son por ingresos hospitalarios, tienen que quedarse vigilando en el lugar hasta que salgan, ya que de esas situaciones no se encarga las unidades de custodia permanente con las que cuentan la Policía Nacional en todos los hospitales.