Llegó ese día, por fin llegó ese día en el que te das cuenta de algunas cosas, te das cuenta de verdad, ahora sí, de que estás aquí gratuitamente. Te das cuenta de que tú no decides cuándo ni cómo, que tu falsa sensación de control sobre lo más básico de ti no depende de ti.LA VIDA NO DEPENDE DE TIy tenerla gratis, porque algo o alguien en algún momento ha decidido que es para ti, es para agradecer y para aprovechar.
Nunca antes hemos sido conscientes de qué somos. Siempre expresando en palabras que sí, que esto son dos días, que hay que valorar lo que tenemos, que la vida solo es y hay una…..y no, es mentira, no acabamos de creérnoslo. No es posible valorar lo que tienes en un porcentaje que te haga realmente sensible a ello, si no estás ahí al borde del precipicio.
La vida decide por ti. Tú estás para ella y te habla constantemente, te dice “SÉ TÚ”, en cada minuto, en cada sensación dice “no me pierdas”, aquí estoy para ti.
Nos perdemos tantos y tantos momentos básicos, miradas, roces, olores, ilusiones, palabras. Nos atascamos en miedos e imaginamos un futuro, cada uno como mejor le parezca o menos quiera que sea. Y no, solo tenemos el AHORA que estás leyendo,lo que ahora estás sintiendo, lo que ahora estás pensando , lo que ahora estás deseando Y ¿por qué no lo haces?, ¿por qué no lo dices? ¿Por si acaso qué? Y mi frase favorita siempre aparece en situaciones en las que la duda absurda te hace no hacer: ¿Qué es lo peor que puede pasar si…? Y siempre la respuesta es la misma: Éso es lo peor que me puede pasar en la vida mientras estoy vivo.
Jamás ninguna respuesta de las posibles que te des contiene lo peor que te pueda poder pasar mientras estás vivo. Nunca. Y ésa debe ser la razón para que SIGAS VIVIENDO, haciendo, sintiendo, expresando, queriendo…
El colmo de la realidad y de la emocionalidad más vívida en forma de impotencia se hace consciente cuando eso que tienes, que crees que es para siempre, empieza a desvanecerse, a dejarte, a tambalearse, a estar determinado por un quizás. Cuando a lo que tanto quieres sin darte tanta cuenta ves que HOY está, pero por azar quizás mañana. Y no es cuando sin esforzarte, sin plantearte nada, sin planificar, sin racionalizar, sin ningún filtro que relativice que tú no decides, sin sin sin... nada, empiezas, ahora por fin sí, a valorar lo que tienes. A cada uno en el momento de la vida efímera que le toque, empieza a VER y ojalá que veas antes y no después. Empiezas por fin a ver que todo, absolutamente todo lo que sientes. Sobre todo lo que sientes debes expresarlo, no te guardes nada que te pueda hacer feliz al hacerlo o decirlo, no te guardes nada que a alguien pueda hacerle feliz escucharlo, no te guardes la emoción compartida que da vida, no te guardes lo que quizás en otro momento ya no puedas decir. Porque ¿qué es lo peor que puede pasar? ¿Tienes miedo? ¿Te sientes juzgado?¿Y qué? ¿Te has sentido bien al soltarlo? Genial ¿Y qué puede pensar el otro de mí? Nada. A nadie le desagrada un te quiero, un te echo de menos , un me encantas, unas risas, un momento de esos inolvidables aunque a veces disimulemos por orgullo, ese orgullo absurdo que crees que te protege, pero que no, solo te hace chiquito. Y tonto. Qué bien que SENTIMOS, aunque a veces esos sentimientos incluyan dolor, sí, está ahí irremediablemente pero por eso mismo, siente y expresa, disfruta de lo que la vida te está dando. A ti, hoy, ahora, sin pedirte nada a cambio, disfruta de las sonrisas bonitas de quienes te importan, diles cuánto les quieres, haz “el tonto” si es lo que te apetece. No te juzgues, repito, la VIDA ya lo hará cuando decida. “Tenemos la mala costumbre de querer a medias, sólo cuando lo perdemos es cuando lo añoramos y solo entonces te das cuenta de cuántas cosas hay que sobran, cuánto sentimos y cuánto no decimos...” dice una canción, "antes que el tiempo o la vida, me aparte de ti, amigo, padres, pareja, amante."
Hace unos días veía en la distancia a mis padres, 15 malditos metros, que nos hacían sentir sin planificar que nos hacían emocionarnos sin poder concluir con abrazos o besos.Nos mirábamos, expresábamos como nunca el amor, nos achuchábamos cada uno a sí mismo y nos lanzábamos besos llenos del máximo amor y unas lágrimas de impotencia, de joder que no os pase nada. Ahora aquí estoy aún en la distancia, en esta distancia, miradas de os quiero por encima de todo, miradas de gracias por estar ahí, gracias a la vida por teneros, y el amor en sus gestos y en sus miradas, sus miedos en la soledad de su edad, su indefensión...pero las emociones han podido con el miedo. Estamos todos mientras estamos. No te pierdas nada tú, ni tú, ni tú….sobre todo expresa y siente el amor de quien te lo da, porque un TE QUIERO a nadie le viene mal... a nadie, venga de donde venga,. Ser importante para alguien es la vida para ese alguien. Siente lo que te llega, quien te quiere y te lo dice siente y quiere que sientas. Estás vivo, ¿sabes? Así que todo, absolutamente todo lo de ahí fuera, es tuyo. para ti siente, expresa, no tengas miedo, ¿para qué? y verás también en estos momentos quién si y quién no.
Lección de vida mientras estamos vivos. Tiene que haber un antes y un después para crecer en emociones. Tiene que haber un antes y un después para ser tú o más tú. ¿Sabes por qué? ¡Porque estás vivo!