El río Tajo ha dejado este fin de semana una desoladora imagen, tal y como han publicado en Revista Jara y Sedal. Han compartido un vídeo grabado y subido a las redes sociales por Carlos Caro García, titular del coto de caza intensivo 'La Atalaya' -cerca de la localidad de Garrovillas de Alconétar, en Cáceres- en el que se puede apreciar cómo una planta invasora, la azolla, ha cubierto por completo la superficie del cauce y en particular el embalse de Alcántara.
Esta situación puede acabar con la vida de buena parte de la fauna y la flora del entorno. En especial, tal y como avisan desde la publicación, existe la posibilidad de que los peces mueran al no contar con oxígeno suficiente. El propio Carlos Caro advierte en la revista que "si la Administración quisiese, el problema se arreglaba, ya que la azolla es una planta que se puede aprovechar muy bien para alimento animal, además de para abono, ya que tiene muchos nutrientes". En su opinión, "no es igual que el camalote, que no tiene las mismas propiedades".
Retirarla lo antes posible sería la solución más adecuada para evitar que la azolla cause un desastre ecológico en el Tajo. Un varapalo que se sumaría al económico, puesto que la pesca es uno de los principales activos que ofrece esta zona en materia de ingresos.