La Residencia Social Asistida ‘San José’ de Toledo está pasando por momentos trágicos debido a que el coronavirus está causando estragos entre los ancianos residentes. Un diario nacional publica este miércoles que los fallecidos pueden estar entre los 35 y 40.
Se trata de una de las residencias de mayores más grandes de Castilla-La Mancha y desde hace un tiempo se rumorea en Toledo que la situación no puede ser peor. La residencia aloja aalrededor de370 personas mayores y tiene más de 300 empleados. Según fuentes citadas por OKDiario ya ha habidoentre 35 y 40 víctimas mortales. Los últimos dos fallecimientos habrían tenido lugar en la mañana de este mismo martes.
Los trabajadores de la residencia, dependiente de la Diputación provincial, habrían pedido material de protección en repetidas ocasiones desde el comienzo del estado de alarma. En un escrito de los trabajadores solicitaban EPIs para todos los turnos con el fin de “frenar la propagación del virus”, así como la realización de test masivos a los empleados para desempeñar su labor con todas las garantías.
Sin embargo, laMesa General Negociadora Única de la Diputación de Toledo, en la que participan representantes del equipo de gobierno y de los sindicatos, informó el lunes que el centro toledano cuenta con el material de protección suficiente para ejercer su labor.
La Diputación no desmiente la cifra de fallecimientos
Tras publicarse esta información, la vicepresidenta de la Diputación de Toledo, Ana Gómez, ha defendido la gestión de la institución provincial al frente de la Residencia Social Asistida San José, recalcando que los casi 500 profesionales que desempeñan su labor en sus instalaciones, al igual que el equipo de Gobierno, han volcado "todo su esfuerzo" en esta infraestructura sociosanitaria desde que comenzara la crisis. Sin embargo, no ha hecho referencia a la cifra de muertes registrada en las últimas semanas.
En declaraciones a Europa Press tras las críticas vertidas por PP y Cs, Gómez ha puseto en valor que incluso antes de decretarse el estado de alarma ya se implementaron medidas como incentivar la limpieza y la higiene o restringir las visitas a los residentes salvo casos de extrema necesidad. Cuando entró en vigor el estado de alarma se tomaron más decisiones como cerrar el centro de día de alzheimer, al tiempo que se empezaron a "cumplir, respetar y ejecutar todos los protocolos establecidos por la autoridad sanitaria", algo que se hace "con garantías totales".
La vicepresidenta de la institución provincial sí ha negado que haya falta de material de protección en la residencia, recalcando que se han adquirido 258.000 guantes, 500 gafas protectoras o 6.000 batas impermeables. Más allá de este equipamiento, se han dado numerosas charlas a cargo de expertos en prevención de riesgos laborales para todos los trabajadores, según precisa Gómez.
Otro extremo puesto en valor por la vicepresidenta es la puesta en marcha de protocolos de comunicación para poder poner en contacto a familiares y residentes a través de un sistema de llamadas que realizan los propios trabajadores sociales, incluso a través de videollamadas.
"La Diputación ha sido totalmente transparente con la información de cómo estamos sufriendo esta pandemia. Todos los días hay comunicación con la Consejería de Sanidad a quien se le traslada todo lo acontecido en esta residencia", incide. En este punto, ha reparado en que esta semana ya se ha dado traslado tanto a Cs como a PP de todas las novedades de la residencia. Además, ha criticado la "desvergüenza total y absoluta" de las críticas del diputado de Cs, Julio Comendador, después de acusar de "trato inhumano" a los residentes por parte de la Diputación.