Li-Meng Yan es una viróloga china que el pasado 27 de abril dejó su país para instalarse en Estado Unidos y poder contar todo lo que sabe sobre el coronavirus.
En una entrevista para Fox News, Yan ha relatado el por qué de su huida y ha confesado que las autoridades chinas mintieron. "Conocían la existencia de la pandemia desde antes de diciembre. Ocultaron el coronavirus desde antes de diciembre", ha desvelado.
La viróloga ha comentado que, si la pillaban, podía ser encarcelada o la podían hacer desaparecer pero, por suerte, pudo llegar hasta Occidente para contar la verdad.
Yan ha confesado que fue una de las primeras científicas en realizar una investigación sobre el coronavirus y que, de haber sido escuchada por el Gobierno chino, "se podrían haber salvado muchas vidas".
Según su testimonio, Yan alertó a sus superiores del peligro del COVID-19 mucho antes de que se expandiera. Además, ha asegurado que el 31 de diciembre un compañero le avisó de que el virus se contagiaba entre personas, una fecha bastante anterior a la comunicada oficialmente por China y la OMS, que, según ha señalado, "también conocía la peligrosidad del virus".
Cuando la viróloga informó a sus superiores de la capacidad de propagación del virus, afirma que no le hicieron caso y le dijeron que siguiera trabajando. De hecho, según ha explicado, comprobó cómo los expertos que trabajaban en el asunto fueron guardando silencio uno tras otro.
"Cada vez más personas enfermaban,pero no recibían tratamiento o diagnóstico a tiempo", ha indicado. El 16 de enero, le dijeron que mantuviera silencio y que tuviera cuidado.
Yan huyó de China porque consideraba que su vida corría peligro. La Universidad de Hong Kong donde trabajabaha borrado su página y su cuenta de correo.