El Rey Felipe VI, acompañado por la Reina Letizia y sus hijas, presidirá este jueves en la Plaza de la Armería del Palacio Real una ceremonia de Estado, de carácter civil, por las víctimas de la pandemia de Covid-19, un acto solemne al que acudirán todos los poderes del Estado, un centenar de víctimas y familiares de fallecidos y representantes internacionales.
El acto lo ha diseñado el Palacio de la Moncloa con la intención de que sea una despedida para todas las víctimas que fallecieron en un momento en que no pudieron estar acompañados de sus seres queridos y al mismo tiempo un reconocimiento de los profesionales que combaten la enfermedad y a los que mantuvieron los servicios esenciales funcionando durante el confinamiento. Pretende, también, transmitir una imagen de unidad ante el desafío de la pandemia y de esperanza en la recuperación.
En pleno mes de julio en Madrid, será un acto breve que comenzará a las 9.00 horas de la mañana y tendrá solo tres intervenciones: además del Rey, solo hablarán el hermano de un periodista fallecido, procedente de Madrid y una enfermera del hospital de Vall d'Hebron de Barcelona, ambos elegidos por la dureza con la que la enfermedad golpeó ambas provincias.
Junto los Reyes y sus hijas, participará el Gobierno en pleno, todos los presidentes autonómicos, todos los poderes del Estado, el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y representantes de organizaciones internacionales: el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom; el de la OTAN, Jens Stoltenberg, y el secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili.
La UE estará representada por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el presidente del Consejo, Charles Michel; el del Parlamento, David Sassoli, y el alto representante para la Política Exterior, Josep Borrell.
La bandera de España
La ceremonia estará presidida por la bandera de España, las de las 19 comunidades y ciudades autónomas y las de las instituciones internacionales. Los saludos y las despedidas se harán en todas las lenguas oficiales españolas y en las de la UE (inglés y francés). Están invitados todos los expresidentes del Gobierno y solo Felipe González ha comunicado que no puede asistir.
Habrá también una docena de representantes de todas las confesiones, con lo que se pretende que el acto tenga cierto carácter ecuménico. El presidente de la Conferencia Episcopal, Juan José Omella, no podrá asistir pero sí lo hará el vicepresidente Carlos Osoro, arzobispo de Madrid.
También están invitados todos los líderes políticos y los presidentes de los grupos parlamentarios, y solo Vox ha avanzado que no acudirá, una actitud que el Gobierno considera incomprensible y reprobable, dada la imagen de unidad en el dolor y en el homenaje que se quiere transmitir.
Con todo, alrededor de tres quintos de los invitados procederán de la sociedad civil. Para elegir a las víctimas y familiares invitados, el Ejecutivo ha pedido ayuda a las comunidades autónomas y a las delegaciones del Gobierno, de manera que asistirán unas cuatro personas por cada comunidad. Pero además, los organizadores han tratado de atender todas las peticiones que han llegado a Moncloa o al Palacio de la Zarzuela.
Además de los afectados y los familiares de víctimas, están invitados representantes de la sociedad civil: junto a organizaciones empresariales y sindicales estarán miembros de distintos colectivos que han combatido la pandemia y han prestado servicios esenciales: sanitarios, cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, Fuerzas Armadas, trabajadores del sector agroalimentario, de los servicios de limpieza urbanos, trabajadores de residencias de mayores, cajeros, reponedores, cocineros, científicos o trabajadores de los servicios de empleo. También representantes de empresas que han hecho contribuciones contra la pandemia.
A partir de las 9.00 horas
La ceremonia comenzará a las 9.00 horas con la llegada de la familia real a la Plaza de la Armería. En ese momento, la orquesta de RTVE interpretará el himno nacional y se encenderá un pebetero situado en el centro de la plaza, entre las cuatro farolas isabelinas.
Todos los asientos estarán dispuestos en círculo en torno al pebetero, guardando la distancia de un metro y medio porque la ceremonia tendrá que cumplir con las medidas de seguridad sanitaria. Los invitados solo podrán quitarse la mascarilla cuando estén en sus asientos y las llegadas se organizarán de manera que no haya contacto entre grandes grupos.
La familia real presidirá y estará flanqueada por las dos personas que hablarán en el homenaje. Todo el primer círculo estará reservado a las autoridades. Las dos siguientes filas estarán reservadas a personas de la sociedad civil y a continuación se sentarán el resto de invitados.
Tras el himno nacional, el primero en hablar será el hermano de un periodista fallecidos; después, la enfermera del hospital Vall d'Hebron. Acto seguido, todas las autoridades se acercarán, una a una, a depositar una rosa blanca ante el pebetero, cada uno acompañado de una persona anónima, mientras la orquesta toca el 'Canto espiritual' de Johannes Brahms. El primero será el Rey, que lo hará acompañado de los dos protagonistas de la sociedad civil.
Terminada la ofrenda floral, será el momento del discurso de Felipe VI. El acto terminará con la lectura del poema 'Silencio' de Octavio Paz, una grabación a cargo del actor José Sacristán que pretende también simbolizar la conexión con América, y con un minuto de silencio final.