El Gobierno ha incorporado al proyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2021 una recorte hasta 2.000 euros de la aportación máxima de los planes de pensiones individuales con derecho a deducción en el IRPF, desde los 8.000 euros actuales, mientras que en el caso de las planes de empresas se eleva la aportación máxima de 8.000 a 10.000 euros.
Así lo ha adelantado la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, al término de la rueda de prensa del Consejo de Ministros, que ha aprobado las cuentas públicas y que contemplan también un aumento del impuesto al consumo del diésel, que se va equiparando poco a poco a la gasolina.
En concreto, se modifica el impuesto de hidrocarburos reduciendo la bonificación fiscal del diésel, "que no tiene razón de ser", de tal manera que el tipo impositivo pasa a 34,5 céntimos el litro, frente a los 30,7 céntimos actuales, aún por debajo de los 40,07 céntimos con que está gravado el consumo de gasolina.
Esto supone, según detalló Montero, un incremento de 38 euros por cada mil litros, o lo que es lo mismo, 3,45 euros más al mes para un consumidor que haga unos 15.000 kilómetros al año. También precisó que se mantiene la tributación actual del gasóleo para uso profesional.
En el caso del Impuesto sobre Sociedades, se limita al 95% desde el 100% actual la deducción por reparto de dividendos de las empresas entre sus filiales, lo que afecta principalmente a grandes compañías, dado que las empresas con un volumen de negocio inferior a 40 millones de euros podrán seguir aplicando la totalidad de la deducción durante tres años.
La medida afectará a unas 1.739 empresas de las más de millón y medio que hay, el 0,12% del total, y está en línea con otros países del entorno como Francia, Italia o Alemania, según Montero.
En cuanto al aumento del IVA para las bebidas azucaradas, que pasarán a tributar un 21%, este incremento afectará solo a su venta en supermercados y establecimientos alimentarios, pero no así en bares y restaurantes, "para no perjudicar a la restauración".