Edmundo Bal, portavoz de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados, ha detallado este martes en El Economista las líneas rojas que pone su partido para apoyar los Presupuestos Generales del Estado. En una entrevista concedida a la coeditora de EL DIGITAL CLM Esther Esteban, el número 2 del partido naranja subraya que no se subirán a un barco donde estén ERC y Bildu.
A su juicio, Cs entiende que "hay que permitir que esos Presupuestos se tramiten, y nos queremos sentar a negociarlos con el Gobierno para introducir mejoras que van a ser buenas para los españoles, pero es absolutamente incompatible que estos Presupuestos puedan salir con el voto favorable de Cs y el de Esquerra Republicana y Bildu. Somos incompatibles con ellos." De ahí que remarque que Pedro Sánchez "no tiene por qué aceptar las exigencias de Bilduy de ERC, ni humillar a España delante de los separatistas porque tiene la alternativa de Cs."
Tanto vascos como catalanes han puesto sobre sus condiciones para ir de la mano con el Ejecutivo en las nuevas cuentas. En este sentido, reconoce que el acercamiento de presos de ETA "lo han hecho todos los Gobiernos" porque " en 40 añosPP y PSOE se han apoyado en los partidos nacionalistas y separatistas y las consecuencias están siendo gravísimas."
Pero mucho más taxativo es con la petición de ERC de suprimir el castellano como lengua vehicular en la enseñanza. "Eses uno de los precios que Sánchez va a pagar para tener Presupuestos, y es inaceptable. Nosotros pedimos quese vuelva al texto original del proyecto de ley, que las lenguas vehiculares en las comunidades autónomas que tengan idioma propio son las dos, o más, si hay más lenguas en algunas regiones," explica.
Además, Bal enumera otras condiciones sine qua non para que el Gobierno pueda obtener el 'sí' de su grupo. Se trata de "recursos para la atención primaria en Sanidad", "una prestación para los padres que se tengan que quedar en casa y no puedan teletrabajar y también para quienes cuiden de sus mayores o de los niños que no puedan ir al colegio tras haber dado positivo", y "ayudas a la pequeña y mediana empresa y a los autónomos que tengan menos de 50 trabajadores, y que hayan visto reducida su actividad en más del 50%, para que puedan llegar hasta el 75% de la facturación baremada."
Unas líneas rojas que Pedro Sánchez tiene sobre la mesa y sobre las que tiene que decidir: "La pelota está en su tejado," sentencia.