La periodista toledana Esther Esteban ha entrevistado esta semana al candidato del PP a la presidencia de la Generalitat Catalana, Alejandro Fernández, para El Economista. Este es el perfil y algunas de las respuestas del candidato.
Reconoce que esta campaña electoral, donde es el candidato del PP a la Generalitat, es muy diferente a otras "porque el Covid lo ha cambiado todo y apenas tenemos actos presenciales, pero el ritmo es frenético, porque con las videoconferencias, el Zoom y las llamadas no se para un minuto". Alejandro Fernández (Tarragona, 1976), licenciado en Políticas, sigue viviendo en su tierra natal lo que le obliga a madrugar mucho: "todos los días me traslado en coche a Barcelona u otros lugares de Cataluña", y lo hace en el mismo vehículo que apareció, nada más ser elegido secretario general de su partido, con una esvástica pintada en la ventanilla y las ruedas pinchadas.
Se define como moderado, neoliberal, de centro derecha y, sobre todo, español. De hecho en su día le dijo al president Quim Torra que era tan "españolazo" como él. Y prometió a Carme Forcadell, entonces presidenta del Parlament, que defendería la unidad de España y la libertad "hasta que se congele el infierno", y en eso no ha cambiado. Admite, eso sí, que su punto débil son sus tres hijas de 15, 11 y 4 años: "Intento quitarme cenas de trabajo para poder llegar a casa y verlas un ratito antes de que se acuesten", señala.
Si finalmente las elecciones catalanas se celebran el 14 de febrero, ¿la fuerza de la Ley habrá sido imparable o fue un error aplazarlas?
El decreto de aplazamiento de la Generalitat de Cataluña fue una auténtica chapuza. Al contrario que en País Vasco y Galicia, donde se consultó a las Juntas electorales y a los Tribunales para poder hacer un aplazamiento legal, en Cataluña se intentó tirar por una vía que no cabía jurídicamente. Hoy estamos en un limbo: hasta el día 8 de febrero no sabremos definitivamente lo que va a ocurrir, y la responsabilidad fundamental es del Gobierno catalán.
¿Y qué situación afronta Cataluña tras las elecciones después de tantos años de 'impasse' por el referéndum y sus consecuencias?
Cataluña ha perdido el liderazgo de todos los indicadores económicos donde históricamente había sido la primera de España, y una de las pioneras en Europa. Hay un desprestigio brutal de las instituciones y una ruptura de la convivencia que no es irreversible, pero que ha quedado gravísimamente perjudicada. Los independentistas, en ocho años, han destruido una sociedad y una comunidad que era de las más prósperas de Europa. Ahora tendremos que ser capaces de recuperar el crecimiento económico.
¿Qué posibilidades tiene el PP? Las encuestas les sitúan subiendo, pero con Vox dando el 'sorpasso'...
Lo fundamental es que seamos los protagonistas de un cambio en Cataluña, y hay encuestas que dicen lo contrario a lo que usted apunta. El que me interesa es el 'sorpasso' al nacionalismo, ser capaces de conseguir un Gobierno alternativo, y solo con un PP fuerte eso puede ser realidad.
¿Que le parece que Vox haya salvado al Gobierno para sacar adelante los fondos europeos?
¿Se estará convirtiendo Vox en "derechita cobarde"?
Oiga, ¿el hecho de que Lorena Roldán, una tránsfuga de Cs, vaya de 'número dos' en su lista y Eva Parera, de la plataforma de Manuel Valls, de 'número tres', significa que están dando un giro al centro como prometió Casado tras la moción de censura de Vox?
Yo no he girado a ningún lado. Siempre he tenido los mismos principios y valores de centroderecha. La incorporación de personas como Roldán y Parera lo que significa es que el PP crece y es capaz de recoger perfiles muy diversos, porque se puede aglutinar de cara al futuro todo el constitucionalismo. La moción de censura no era contra Sánchez, sino contra el PP. En aquel pleno se pusieron las cartas encima de la mesa y se dejó muy claro que el PP y Vox somos proyectos políticos distintos. Yo comparto aquella decisión.
¿Qué le parece el llamado 'efecto Illa'?, Usted ha calificado de inmoral lo ocurrido con el ministro...
Sánchez tiene una obsesión por los golpes de efecto mediáticos pensando que los ciudadanos españoles somos borregos. Sacar a Illa del ministerio y que abandone el barco el capitán de la Sanidad española, en el peor momento de la tercera ola y en plena vacunación. para irse a una campaña electoral es absolutamente inmoral. Y más allá de la operación propagandística inicial, muchos catalanes ya se dan cuenta de que esto ha sido una tomadura de pelo.
¿Tan mala le parece la gestión de Salvador Illa en la pandemia?
Su gestión ha sido nefasta. Ha sido el peor ministro de Sanidad de toda Europa. Illa ha mentido, ha convertido la mentira en su modus operandi y, en definitiva, es un mentiroso patológico. Hablaba de un comité de expertos que no existía, ha manipulado los datos de la pandemia, ha ocultado deliberadamente las cifras de fallecidos, e incluso el día antes de ser nombrado candidato lo negó tres veces, como San Pedro. Si ha sido el peor ministro de Sanidad de Europa, imagínese el papelón que hará en Cataluña.
Madrid ha suspendido la vacunación 14 días por falta de dosis, y en Cataluña ya se han agotado las existencias. ¿Eso es por la mala gestión del Gobierno o la culpa es de Europa?
Cuando llegaron las primeras vacunas, lo primero que hizo el Gobierno fue poner un sello enorme para hacer publicidad del Gobierno de España. Dijeron que la vacunación les correspondía a ellos y que iban a liderarla. Hablaron claramente de que ellos harían el reparto y, si se hicieron responsables, ahora que la gestión de la vacunación es un desastre la responsabilidad será de ellos. Están gestionado la vacunación como han gestionado toda la pandemia, de manera desastrosa. Todo este despropósito es culpa del Gobierno de España.
¿Qué le pareció que el vicepresidente Pablo Iglesias comparara a Puigdemont con los exiliados republicanos del franquismo? El paralelismo ha indignado a muchos socialistas...
Conviene recordar que Puigdemont ha recibido el apoyo en su huida de la Justicia de la ultraderecha filonazi de Flandes, de los nacionalpopulistas de Finlandia, de los Salvini de turno, etc. Iglesias ahora mismo está compadreando con los movimientos ultra de la derecha europea, que es donde se sitúa el propio Puigdemont. Entiendo que a las personas honestas de izquierdas cuyos familiares sufrieron el exilio por motivos ideológicos, se sientan indignados con Iglesias. El PSOE debe saber quiénes son sus amigos, y a dónde le conducen sus malas compañías.
En todos sitios cuecen habas, y usted se ha visto en plena campaña teniendo que asumir que Daniel Serrano esté investigado por agresión sexual a una compañera. ¿Han abierto ustedes una investigación?
Daniel Serrano por iniciativa propia ha abandonado toda las responsabilidades orgánicas y públicas en el partido para poder defenderse ante la Justicia, y el PP, tras conocer las informaciones, ha abierto un expediente informativo. Me gustaría que en otras formaciones políticas actuaran con la misma celeridad que nosotros.
¿Se va a romper o no el confinamiento autorizado para ir a los mítines? El 'Govern' de la Generalitat ha cambiado de opinión en horas...
Hemos pedido la dimisión de Meritxell Budó porque cuando dijo eso desconocía que todos los partidos habíamos aprobado un protocolo por el cual se prohibía expresamente romper el confinamiento municipal para ir a actos electorales. Hemos llegado a tal nivel de incompetencia en el Gobierno de Cataluña que su portavoz no sabe ni lo que su propio Ejecutivo aprueba a instancias del resto de partidos políticos.
¿Es partidario de un confinamiento total y de que se cambien las condiciones del estado de alarma?
Yo no soy un experto en sanidad para decir si tiene que haber un confinamiento total o no. Si quieres que no se contagie nadie, encierras de por vida a todos los españoles en sus casas y así no se morirán del virus, pero se morirán de hambre. La obligación de un buen político es equilibrar la salud y la economía y hay que hacer lo posible para que el equilibrio nos permita salir adelante.