El vicepresidente segundo del Gobierno y candidato de Unidas Podemos en las autonómicas de Madrid, Pablo Iglesias, dejará el Ejecutivo la semana que viene --antes de lo que tenía previsto-- y participará en su último Consejo de Ministros el próximo martes, para cumplir con la Ley Electoral de la Comunidad de Madrid, que considera "ineligibles" a los candidatos que sean miembros del Gobierno estatal una vez que se presenten las listas electorales.
Él mismo ha reconocido, a su salida de del Pleno del Senado, que el del martes será "probablemente" su último Consejo de Ministros, al ser preguntado por los periodistas sobre el contenido de la citada norma. Según esta ley, para poder ser candidato, Iglesias debe dejar el Gobierno un día antes de que se registren las candidaturas; plazo que expira el próximo miércoles 31 de marzo.
La dimisión del líder de Podemos la próxima semana precipitará a su vez la segunda remodelación del Gobierno que debe acometer el presidente, Pedro Sánchez, desde que se conformó la coalición en enero del año pasado. El traspaso de carteras se producirá ese mismo martes o, más tardar, el miércoles, según ha podido saber Europa Press.
En esta ocasión, los cambios consistirán en que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, pasará a ser vicepresidenta, convirtiéndose en la principal interlocutora de Unidas Podemos dentro del Gobierno. No obstante, ya no ocupará la vicepresidencia segunda, como Iglesias, sino la tercera, para no quedar por encima de la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, que ahora será la segunda vicepresidenta.
Además, está previsto que entre en el Gobierno, como ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, la actual secretaria de Estado de Agenda 2030, Ione Belarra, una de las principales dirigentes de Unidas Podemos, y de las más críticas con las reticencias del PSOE a aceptar las propuestas de los 'morados' y, en concreto, con la ministra de Defensa, Margarita Robles.
Iglesias quería seguir hasta mediados de abril
El contenido de la ley electoral madrileña norma alterar los planes que en un principio tenía Iglesias de seguir en el Gobierno un mes más y dejar su cargo de vicepresidente a mediados de abril, justo antes de que arrancara la campaña electoral.
En una entrevista en Telecinco, Iglesias comentó que dejaría el escaño en un momento simbólico, si bien no concretó cuándo tenía pensado hacerlo. "Cada cosa a su tiempo", apuntó cuando se le preguntó si barajaba hacerlo el 14 de abril, que es el aniversario de la proclamación de la II República de 1931.
Iglesias ha aprovechado su intervención en el Pleno del Senado de este martes, en respuesta a una interpelación del PNV, para señalar que era su "última intervención" en esta cámara, y para dar las gracias a todos, también a la bancada que le "abuchea", tras lo cual ha recibido el aplauso de parte del hemiciclo. "Ha sido un honor debatir con ustedes, tanto desde la bancada del Gobierno como compareciendo en comisión. He aprendido de todos ustedes", ha apostillado.
El vicepresidente, que anunció justo hace una semana su decisión de dejar el Gobierno y saltar a la política madrileña, se había marcado como objetivo que su último mes en el Ejecutivo sirviera para dejar encarrillad la ley de vivienda, la ley trans o algunos aspectos de la derogación de la reforma laboral; cuestiones todas con las que Unidas Podemos mantiene importantes discrepancias con el PSOE.
En concreto, el artículo tercero de la normativa electoral madrileña establece que la calificación de "ineligible" para los comicios procederá en una serie de supuestos. En el apartado segundo, figura específicamente que esa condición rige para "el presidente y los miembros del Gobierno de la nación", así como sus "secretarios de Estado".
Desde el sector socialista del Gobierno han evitado entrar a comentar los tiempos que manejaba Iglesias para dar este paso, y han asegurado que el hecho de que la salida del líder 'morado' se produzca antes o después no va a influir en la acción del Ejecutivo, según las fuentes consultadas.
A este respecto, estas fuentes han explicado que Iglesias no participa directamente en las negociaciones sobre los temas concretos y que creen que va a seguir teniendo la última palabra sobre la postura que adopten los 'morados' aunque ya no esté en el Gobierno, por lo que el resultado será el mismo.