El Papa Francisco no acudirá en persona al Santuario de la Virgen de Guadalupe por su jubileo, aunque ha mostrado su intención de unirse a la “peregrinación espiritual” de muchos fieles que no han podido cumplir este deseo de acudir a este lugar mariano extremeño.
De esta forma responde a la invitación de los obispos de venerar en esta localidad cacereña, por el año jubilar, la imagen de la Virgen de Guadalupe, “Madre de las Américas y Reina de las Españas”, recuerda Francisco.
En una carta dirigida al arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, y los prelados diocesanos extremeños y fechada en Roma el 31 de mayo, Fiesta de la Visitación de la Virgen María a su prima Santa Isabel, el Papa invita a los fieles a vivir "tres actitudes cruciales para caminar del la mano de nuestra madre hacia la morada que nos espera”.
La conversión, el abandono filial y ponernos en camino son esas tres actitudes a las que hace referencia para ir “de la mano de María” y “llevar a Jesús al mundo”.
El obispo de Roma también imparte en la carta la bendición apostólica a los fieles devotos que acuden al santuario mariano extremeño, incardinado en el Arzobispado toledano, y les pide que “no se olviden de rezar por mí”, apunta Francisco.
Además, en su misiva, el Papa hace referencia a la carta pastoral conjunta de los responsables diocesanos y afirma que muchos peregrinos en las cuentas del rosario han ido desgranando las etapas del camino, “tantas veces transitado, que nos lleva a ese hogar de María, que se vislumbra como casa de sanación”.
Además, en su carta, invita a ponerse en camino como María y ser “templos de la gracia”, “portadores de Cristo” y “mensajeros de la alegría del Evangelio”, una alegría que “nos desborda y debe ser compartida”.
“Con María aprendamos a ser mantos que envuelven la carne sufriente de Jesús en el duro camino del desierto, sabiendo que a Quien protegemos, cuidando al pobre y restituyendo así la misericordia de la que somos deudores, es el mismo que en la estrella guía nuestros pasos”, relata.