La obra "El Hombre Bueno", que forma parte del legado del artista Victorio Macho y que estaba en paradero desconocido desde 1996, ha sido recuperada por la Real Fundación de Toledo, que localizó el dibujo en una casa de subastas y consiguió que el propietario lo donara.
El dibujo forma parte de la serie "La Raza", una colección de retratos que realizó Victorio Macho en su juventud, entre 1910 y 1915, y que le acompañó a lo largo de su vida hasta que, en 1952 se asentó en Roca Tarpeya, en Toledo, donde falleció en 1966, ha explicado este martes el director de la Real Fundación de Toledo, Eduardo Sánchez Butragueño, en rueda de prensa.
En su testamento, el artista donó "al pueblo español" la mayor parte de su obra, un legado que gestionó la Fundación Victorio Macho hasta 1987, cuando cerró el museo que albergaba las creaciones, y no fue hasta 1996 que la Real Fundación de Toledo se hizo cargo de este patrimonio y detectó que faltaban una serie de obras.
Durante los diez años que estuvo cerrado el museo, Butragueño ha declarado que las obras estuvieron expuestas al deterioro y a posibles robos, por lo que la Fundación empezó a buscar y consiguió recuperar varios dibujos que habían sido sustraídas de forma ilegal como "El Pastor" o "El Nieto de Sancho" y otras, como el "El Hombre Bueno", no se han recuperado hasta ahora.
El retrato "El Hombre Bueno" estaba en manos de la empresa Francisco Escudero, Anticuarios, de Madrid, que adquirió el dibujo legítimamente a otro vendedor y, "al conocer su origen ilícito, donó la obra de forma desinteresada" al Museo Victorio Macho, ha informado Butragueño.
De este modo, el director de la Real Fundación de Toledo ha manifestado que espera que la recuperación de esta obra sirva no sólo para restituir parte del legado de Victorio Macho, sino para valorar más la figura del autor, más conocido por su faceta de escultor, "pero así se le reivindica como excepcional dibujante", ha dicho.
Asimismo, la obra "Aldonza Lorenzo", el único retrato de mujer de la serie "La Raza", también se ha localizado y la Fundación espera llegar a un acuerdo con la casa de subastas que lo vendió para conseguir el nombre del comprador, ya que la ley de protección de datos se lo impide.