“Alea jacta est”, es decir, la suerte está echada para la inauguración de “Alfonso X, tres Culturas, un Rey”; un gran proyecto expositivo entorno a la figura excepcional del rey Alfonso X, el Sabio; o, mejor aún, “Consummatum est”, es decir, todo está perfectamente consumado ya para la puesta en marcha de la magna exposición de Alberto Romero sobre el rey de la Corona de Castilla y de los demás reinos con los que se intitulaba entre 1252 y 1284.
Alberto Romero, un visionario artista plástico toledano que, como a Picasso, la inspiración siempre le pilla trabajando, me recibe en su taller un día de últimos de febrero, a la hora en que los rayos del sol empiezan a despuntar en el firmamento. Es que me gusta madrugar -me comenta con una franca sonrisa- ofreciéndome al mismo tiempo la mano del amigo y del artista que trabaja el barro, la madera, el bronce y el hormigón. Yo, de manera mimética le sonrío también e, irónicamente, le pregunto si, además de madrugador, es amante de la caza como don Quijote de la Mancha. Él me vuelve a sonreír, dejando en el aire la respuesta. Luego, tras un breve silencio, me comenta que estos días de Luna llena tan maravillosos se pueden observar desde nuestro planeta unas manchas negras; son en realidad-me aclara- unos cráteres de grandes dimensiones. ¿Sabías que uno de estos cráteres lunares se llama “Alphonsus”, un epónimo que hace referencia al interés por la astronomía del rey Alfonso X de Castilla, llamado “el Sabio”?
Ciertamente, este sabio rey, hijo primogénito de Fernando III el Santo y de Beatriz de Suabia, no deja a nadie indiferente. Además de su labor política (de continuación de la Reconquista) y administrativa (de reforma de la moneda y la hacienda), es reconocido universalmente por la obra literaria, científica, histórica y jurídica realizada por su escritorio real. Patrocinó, supervisó y participó, con su propia escritura y en colaboración con un conjunto de intelectuales latinos, hebreos e islámicos, integrados en la llamada “Escuela de Traductores de Toledo”, en la composición de una ingente obra literaria, precursora de la prosa en castellano. Asimismo, elaboró con su propia pluma las “Cantigas de Santa María”, una de las colecciones de canción monofónica más importantes de la literatura medieval occidental.
"Precisamente, para esta serie de cuatro cuadros que estás contemplando en este momento como primicia, y que formarán parte integrante de esta exposición -me comenta Alberto Romero-, me he inspirado en los dibujos antiguos de las 'Cantigas de Santa María', cuyos originales se encuentran en su mayoría en el Palacio del Escorial. Luego, tratando de dirigir mi mirada con el dedo índice de su mano derecha, me pide que me fije en los personajes, vestuarios e instrumentos musicales de la época representados en esta obra. Es que he tratado de ser lo más fiel posible -me aclara- a la iconografía sellada en el imaginario colectivo que todos tenemos de aquella época. Y, por lo que respecta a la técnica artística empleada, refleja claramente mi estilo inconfundible: textural, orgánico, con relieve, de gran colorido y contrastes. También, como gran amante y defensor que soy de la Naturaleza, además de mezclar mi peculiar técnica mixta con múltiples materiales, introduzco, dentro de estas nuevas creaciones, diversas plantas y flores (orquídeas, nísperos, buganvillas, helechos, etc), extraídas en fresco, a las que les aplico unos determinados tratamientos para que no les afecte la climatología".
La exposición de Alberto Romero, “Alfonso X, tres Culturas, un Rey”, patrocinada por la Fundación Impulsa, de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, el Ayuntamiento de Toledo y las bodegas Finca Constancia de González Byass, para conmemorar el VIII centenario del nacimiento del Rey Sabio, se presentará esta primavera y será expuesta durante el 2022 y el 2023 en diversas ciudades de España.
El catálogo que acompaña a cualquier exposición será, en esta ocasión, un libro divulgativo de pasta dura troquelado a una ventana, desde donde se podrá contemplar el universo artístico singular de Alberto Romero y su visión de un personaje que, por su sabiduría, pervive en el Olimpo de la Historia; una atalaya privilegiada e inmortal desde la que nos sigue aconsejando:
"Quemad viejos leños; bebed viejos vinos; leed viejos libros y tened viejos amigos".
José Antonio Hernández de la Moya