La obra del mallorquín Bernardí Roig, uno de los artistas con mayor proyección internacional del actual panorama del arte español, ha llegado al Centro de Arte Moderno y Contemporáneo de Castilla-La Mancha, en Toledo, a través de la muestra 'La cabeza incolora' que recoge una selección de trabajos realizados en los últimos diez años.
A ellos se suman dos proyectos realizados específicamente para el museo: una nueva y exclusiva versión del vídeo 'Naufragios del rostro' (2015), postproducida por el centro de arte, que ocupa la gran pared lateral de entrada, y la instalación 'La luz que agoniza', una composición realizada con fluorescentes y acompañada de un autorretrato del artista hecho directamente sobre la pared, que se sitúa en el exterior, en un rincón cercano al claustro, han informado hoy fuentes de este centro museístico, ubicado en el antiguo Convento de Santa Fe.
Roig expone en Toledo después de tres muestras simultáneas en Málaga -en el Centre Pompidou, el Museo Casa Natal Picasso y la Colección del Museo Ruso- donde rindió homenaje al creador del Guernica con motivo del 50 aniversario de su muerte, con gran protagonismo de la figura del Minotauro, y antes de recalar, el próximo mes de mayo, en The Phillips Collection (Washington D.C), con La cabeza de Goya, donde dialoga con la única figura del clásico en esta importante colección privada.
Su obra dialoga con la de los artistas de vanguardia de la colección permanente del Centro de Arte Moderno y Contemporáneo de Castilla-La Mancha, entabla complicidades con la arquitectura y la historia del lugar, según explica el propio Roig, para quien el espacio es la materia prima de su trabajo.
"El lugar determina la elección de lo que lo ocupará y a partir de ahí hay que ir abonando lentamente la sintaxis entre el mismo, su memoria y las imágenes que lo van a habitar", detalla el artista mallorquín, quien destaca que sus esculturas, dibujos, textos, películas, inéditas o que ya han sido mostradas, se engastan ahora, por primera vez, juntas en el Convento, "y yo soy el primer espectador de las nuevas rozaduras", puntualiza.
Sobre los dos proyectos creados expresamente para el Museo de Santa Fé, el artista destaca el montaje que saluda a los visitantes al comienzo del recorrido: 365 imágenes fotográficas que fueron tomadas entre el 24 de junio de 2013 y el 24 del mismo mes de 2024, a lo largo de un año en el que Roig se situó ante la cámara, una vez al día, siguiendo un mismo ritual, a primera hora de la mañana, "con idéntica expresión de seriedad, pero con evidentes variaciones en el aspecto que dan cuenta de la evolución, de las transformaciones que ocasiona el paso del tiempo", explica el propio artista.
La otra creación para el Centro de Arte Moderno y Contemporáneo de Castilla-La Mancha es la instalación 'La luz que agoniza', que el artista define como "una invitación a participar de ese presente que se alarga" y en el que él sigue mirando "hacia lo más subterráneo, atrapando sus obsesiones y a sí mismo en un juego de espejos sin fin".