Nunca es tarde para aprender. Y si no que se lo digan a Jesús Ángel Ocaña, un alumno de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) que, con 67 años, ha comenzado este mes de septiembre el grado en Bellas Artes. Lo cursa en el campus de Cuenca "por satisfacción personal" y porque le hacía "mucha ilusión" recibir una formación en esta disciplina.
La de Jesús Ángel es una historia de superación y de amor al arte, nunca mejor dicho. Según ha informado la UCLM en nota de prensa, alcanzó un nivel de estudios de Bachiller Superior, superó la Reválida de sexto y ha trabajado durante 42 años en el Instituto Nacional de Estadística (INE) de la capital conquense.
Una vez jubilado, a sus 67 años, ha decidido apostar por la que ha sido su pasión durante toda la vida: la pintura. Y ahora es alumno del grado en Bellas Artes. "Estoy en la universidad simplemente por satisfacción personal. Llevo pintando desde los 15 años y, ahora que tengo tiempo, me hacía mucha ilusión recibir una formación", señala.
En cuanto a sus compañeros y compañeras de clase, confiesa estar encantado: "Podrían ser mis nietos. Es gente muy maja".
Prueba para mayores de 45 años
Jesús Ángel es uno de los más de 6.200 estudiantes que han comenzado primer curso de grado en la UCLM este mes. Su particularidad radica en que ha accedido tras prepararse y superar las pruebas de acceso para mayores 45 años que organiza esta institución académica.
La primera puerta para acceder a la universidad en España es la EvAU, una prueba a la que concurrieron más de 9.000 estudiantes solo en la Universidad de Castilla-La Mancha el pasado mes de junio. Pero, junto a esta posibilidad mayoritaria, las universidades públicas ofrecen otras alternativas para favorecer la entrada en sus aulas, soluciones pensadas para personas que en su día no pudieron o no quisieron hacer la selectividad y que años después han decidido dar un nuevo rumbo a sus vidas.
La UCLM reserva un 2 % de las plazas ofertadas en estudios de grado para estudiantes mayores de 25 años y el 1 % para mayores de 45 y para quienes logran acceder por reconocimiento de experiencia profesional -mayores de 40 años-.
Otras historias de superación
Pero la de Jesús Ángel no es la única historia de superación. Estela López, de 27 años, había realizado un un grado medio de Auxiliar de Enfermería e incluso tenía trabajo en este ámbito, pero decidió apostar el todo por el todo para conseguir su sueño: estudiar Medicina. Y lo consiguió. Hace unas semanas se estrenó como alumna de primer curso de la Facultad de Albacete.
También Sergio Yuncal Vivas, de 39 años, ha optado por una carrera de Ciencias de la Salud. Con un título de la ESO y trabajando desde los 18, tomó la decisión de apuntarse al curso preparatorio y presentarse a las pruebas de acceso a la universidad para mayores de 25. Ha obtenido una plaza en el grado de Enfermería en Talavera de la Reina y está muy satisfecho por lo que considera que es un cambio muy importante en su vida. "El año pasado llevaba 17 años en una empresa, haciendo siempre lo mismo, y decidí acceder a la universidad. Siempre quise estudiar algo relacionado con la salud", explica.
Por su parte, Beatriz Henao Benavides ha comenzado a estudiar Ingeniería Informática en Ciudad Real después de llevar varios años trabajando en tiendas o restaurantes. Con 26 años, fue su hermano quien le motivó. "Me pidió que le buscara información sobre la carrera y me gustó tanto que empecé a darle vueltas a la idea de hacerla yo", relata.
Por último, con un título previo de Técnico Superior en Animación de Actividades Físicas y Deportivas y tras seis años trabajando en una empresa, Ana Aicha El Helimi ha accedido al grado de Maestro de Educación Primaria en el Campus de Cuenca. En su momento no pudo dar el salto a la universidad porque su familia no se lo podía permitir, una circunstancia que ahora ha cambiado en parte gracias al curso de preparación para las pruebas de acceso.