Visita de altura en Toledo con la de esta superestrella de la NBA

No todos los días se recibe una visita de tanta altura como la que disfrutó Toledo este viernes. Nada menos que una superestrella de la NBA, Dwight Howard, decidió darse una vuelta por la Ciudad Imperial llamando la atención de los curiosos que le reconocieron en su jornada turísticas por el Casco Histórico. 

Y es que no es para menos. Con sus 2,11 metros y 120 kilos, el pívot de los Charlotte Hornets fue la atracción de aquellos que le reconocieron después de haberlo visto jugar en las madrugadas de una temporada de la NBA que ahora se encuentra en plena disputa por el título. Howard, apeado de los play-off, aprovechó sus vacaciones para dejarse caer por España y, cómo no, decidió darse una vuelta por algunos de los lugares más significativos. 

En concreto, la Catedral y San Juan de los Reyes fueron dos de los monumentos que se acercó a visitar el poste norteamericano. Presumiblemente, también se dejó ver por otros de los puntos más significativos de la capital regional. 

Todo un campeón olímpico

Sin duda, Howard es una de las figuras más reconocidas de la NBA, habiendo sido seleccionado en varias ocasiones para participar en el partido de las estrellas del All-Star Weekend. Apodado 'Superman', ha vestido algunas de las camisetas de las franquicias más laureadas del campeonato americano, como las de Orlando Magic, Los Ángeles Lakers, Houston Rockets, Atlanta Hawks o, esta misma temporada, Charlotte Hornets. 

Su físico imponente le llevó a ser durante varias temporadas el pívot más dominante de la NBA, aunque su mal promedio en los tiros libres le ha llevado a sufrir unas de las estrategias más dolorosa por parte de sus rivales, la de hacerle faltas para provocar sus fallos en sus lanzamientos.

En cuanto a sus logros personales, puede presumir de haber sido el jugador más alto en ganar un concurso de mates de la NBA. Asimismo, Howard ha sido en varias temporadas el máximo reboteador del campeonato y tiene en su poder la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín, donde se la llevó tras imponerse, precisamente, a la Selección española con Estados Unidos.