El Balonmano Cantabria cumplió con el guión de favorito, no dio pie a la sorpresa y se impuso al Vestas Alarcos de Ciudad Real, al que derrotó con más apuros de los estimados (30-33) para alcanzar la tercera ronda de la Copa del Rey de balonmano.
Y es que a punto estuvo el Vestas Balonmano Alarcos de dar la sorpresa en el Quijote Arena ya que se mantuvo en partido hasta los minutos finales, contra un Sinfín que se lo tuvo que ganar dándolo todo, para pasar de ronda en esta Copa del Rey.
Después de un inicio dubitativo, los castellano manchegos se fueron entonando y solo una roja al entrenador y una exclusión en los minutos finales le impidieron pelear hasta el final ante todo un equipo de ASOBAL.
El Alarcos se chocó de bruces con la defensa cántabra en los primeros minutos. Le costaba un mundo encontrar opciones de lanzamiento. Y enfrente, el Sinfín, a lo suyo, corriendo y encontrando huecos con tremenda facilidad. De ahí el 0-3 del marcador en los primeros tres minutos.
El tiempo muerto de Javi Márquez era un toque de atención a sus jugadores. Y poco a poco, el Alarcos empezó a, al menos, encontrar opciones de gol abriendo su marcador en el minuto 4. Pero la diferencia física entre ambos conjuntos, ya parecía excesiva.
A poco que la defensa local empezó a creer en sí misma, el equipo de Ciudad Real pudo correr y llegaron los goles, como dos seguidos de Brian Negrete que ponían el 3-6 en el marcador en el minuto 8.
Con el discurrir de los minutos el partido se fue equilibrando. Al equipo cántabro le costaba más hacer goles fáciles y el castellano manchego estaba más asentado en defensa y en ataque, por lo que la diferencia se estabilizó en esos tres goles.
Con el choque algo más estable, ambos equipos se entregaron a un intercambio de golpes del que salía reforzado el conjunto visitante que, poco a poco, iba ampliando su ventaja en el marcador gracias a sus méritos ofensivos y a los errores no forzados del Alarcos en ataque.
Cuando el conjunto alarquista bajó el número de pérdidas de balón en ataque consiguió acercarse en el marcador hasta los tres goles (9-12 minuto 22) llevando una mínima ración de nervios al banquillo visitante.
El 12-15 del minuto 27 hizo que el entrenador visitante pidiera tiempo muerto para que no se le fuera en el marcador la ventaja trabajada durante toda la primera parte.
Al final de la primera mitad, el marcador mostraba un 14-18 que hacía justicia a lo vivido en la cancha con un Alarcos peleando cada balón y un Sinfín cómodo en su superioridad física.
La segunda mitad comenzó con mucha alegría en el balonmano del Alarcos que con una defensa 5-1 incomodó al rival, forzó algunos errores en el ataque cántabro que permitió que las distancias se quedaran en solo dos goles, 17-19 en el minuto 34.
Pasaban los minutos y la ventaja cántabra no se incrementaba, permitiendo crecer en lo anímico y en lo deportivo manteniendo un alto ritmo de juego que incomodaba al rival que veía, además, cómo Eloy Krook ponía a los suyos a solo un gol 19-20 minuto 39.
Como el 5-1 seguía cortocircuitando al Sinfín en ataque y el Alarcos había puesto una marcha más en el ataque, la distancia seguía en un solo gol que obligaba a Reñones a pedir tiempo muerto en el 42 con un inquietante 21-22 en el luminoso del Quijote Arena.
Quince minutos tenía para seguir soñando el Alarcos cuando Brian Negrete con una rosca de antología mantenía a su equipo a un solo gol.
Y en el minuto 47 llegó el primer empate para el Alarcos que con el 24-24 ponía la grada en pié con un gran gol de Manu Díaz Mata, que con otro gol a la contra del malagueño, hacía el 25-24 poniendo al Quijote Arena patas arriba.
Un fallo en un lanzamiento de penalti y una roja al entrenador local por motivos desconocidos, le puso las cosas demasiado fáciles al Sinfín de cara a los últimos 8 minutos de partido, a los que llegó con dos goles de ventaja y dos hombree más.
La ventaja de dos se mantuvo hasta que el Alarcos recuperó la igualdad numérica y volvió a ponerse a un gol de distancia a falta de 4 minutos y medio.
Pero una nueva exclusión más que discutible y un par de decisiones arbitrales pusieron las cosas demasiado fáciles, para un equipo cántabro que se terminó llevando la eliminatoria por solo tres goles, es decir 30-33.
Ficha técnica
Vestas BM Alarcos Ciudad Real: Óscar Ruiz (p), Gonzalo Almansa, Jota Serrano (2), Eloy Krook (4), Brian Negrete (4), Sergi Mach y Josh da Silva. Siete inicial. También jugaron, Kotanidis (ps), César Beret (2), Victoriano Alises (3), Manu Díaz (9), Asier Uraín, Javi de la Cruz, Martín Molina (2), Héctor González (2) y Pepe Mora (2).
BM Cantabria: Mile Mjuskovic (p), Alejandro Blázquez Barco (1), Ander Torriko (3), Carlos Lastra (5), Ángel Basualdo (4), Jorge da Silva (3) y Darko Dimitrieski (5). Siete inicial. También jugaron, Sergio Rosa (ps) Alberto Pla, Leo Alonso (1), Nicolás Zungri (2), José Manuel Herrero Lon, Nacho Vallés (6) y Ángel Iglesias (3).
Parciales cada cinco minutos: 1-5, 3-7, 4-9, 7-12, 11-14 y 14-18 (descanso); 17-20, 19-21, 22-24, 26-27, 28-30 y 30-33 (final).
Árbitros: Soria Fabián y Monjo Ortega. Excluyeron a los locales Cesar Beret y Jota Serrano y a los visitantes Alberto Pla y Nicolás Zungri, en dos ocasiones y en una, Alejandro Blázquez, Darko Dimitrieski y Jorge da Silva. Roja directa al entrenador local Javier Márquez, en el minuto 52:36.
Incidencias: Partido correspondiente a la segunda ronda de Copa del Rey, disputado en el Quijote Arena ante unos 700 espectadores.