El Liberbank Cuenca disputa este sábado (17:00 horas) el encuentro de vuelta de la Q3 de la Copa EHF en Hard (Austria) ante el anfitrión Alpla con el claro objetivo de pasar la eliminatoria y entrar en la fase de grupos, y sin confianzas pese a su clara ventaja del partido de ida, en el que ganó 34-18.Dieciséis goles de ventaja que representan, a priori, la posibilidad de repetir la aventura europea por segundo año consecutivo, aunque el técnico, Lidio Jiménez, ha insistido en tener la máxima seriedad.
"Si nos remontan sería un desastre por nuestra culpa, porque no habríamos hecho las cosas bien, pero confío en mi equipo y sé que no perderemos la concentración en ningún momento", ha enunciado Jiménez.Ha reconocido que su mayor preocupación se centra en el desgaste físico realizado el miércoles ante el Abanca Ademar, que acabó con victoria leonesa (21-22): "A las bajas que ya teníamos, la rápida expulsión de Marrochi nos obligó a un esfuerzo físico tremendo", ha afirmado.
Por ello, "habrá que repartir minutos para que todo el mundo esté fresco en la pista" en el objetivo de "hacer un partido partido serio y competitivo para que, si nos ganan, lo hagan con estrecho margen", ha zanjado el técnico, que sigue con las bajas de los lesionados Dutra y Baronetto.
La expedición conquense ha partido en la madrugada de este viernes hacia Madrid para coger a primera hora de la mañana un vuelo a Munich (Alemania) y recorrer en autobús los 180 kilómetros que le separan de Hard, ciudad situada junto a la frontera alemana.
El Alpla Hard ganó este miércoles en su visita al Bregenz (18-23), en encuentro de liga y se ha colocado en segunda posición en la clasifcación, a dos puntos del líder, Aon Fivers, con un partido más.Los austriacos han tenido que superar dos eliminatorias para llegar a esta Q3, al Bozen italiano, en la Q1, y al danés Skjern Handbold, en la Q2, lo que fue toda una sorpresa, y en sus dos partidos en casa ha perdido uno por 25-26 y ganado otro por 28-26.El partido está programado para las 17:00 horas de este sábado, en el 'Sporthalle am See', con arbitraje de los húngaros Adam Biro y Oliver Kiss.