El entrenador del Quabit Guadalajara, Mariano Ortega, ha asegurado que ante la visita, este miércoles, del BM Logroño La Rioja, en partido aplazado de la tercera jornada de la Liga Sacyr ASOBAL, será clave frenar su contraataque, "una de sus armas principales".



En la previa del primero de los dos choques que va a disputar esta semana en casa ante su afición, con el aforo limitado a 146 espectadores, por motivos sanitarios, Ortega ha admitido que Logroño es "un hueso duro de roer" al ser uno de los equipo que "cada temporada pelea por estar en la parte alta de la clasificación".



"Es un equipo que ha cambiado bastante en cuanto a jugadores, pero no en cuanto a filosofía y juego, que es el que todos conocemos", ha mantenido el técnico de Esparraguera, quien ha analizado: "Defensivamente son muy duros, tanto en el 6-0 como en el 5-1, con mucha disuasión y movimiento, y jugadores de gran envergadura que provocan errores en la circulación de balón".



Ortega ha añadido que "tendremos que hacer un partido serio, concentrados durante los 60 minutos e intentar darlo todo a ver si podemos conseguir los puntos y dar una alegría a nuestra afición", ha remarcado.



Una hipotética victoria que completaría el empate logrado en Puerto Sagunto, "aunque con sabor a derrota", según Ortega, ya que se les escapó un punto en los minutos finales: "Hicimos un buen partido en todas las fases del juego, pero al final perdimos un poco el control y en la segunda parte, con todo favorable, nos faltó experiencia para matar el partido", ha reconocido.



El duelo frente a Puerto Sagunto dejó, además, otra nota negativa como fue la lesión del lateral diestro Pablo Paredes, con un esguince en el tobillo, que "veremos si puede echar una mano al equipo", ha concluido Ortega, quien recupera a Alberto Sanz en el lateral derecho.