El puertollanero Jesús Rivilla, que fue designado preparador físico de la Selección Española de Balonmano por parte de la Real Federación Española de Balonmano (RFEBM) el 7 de diciembre de 2016, se marcha de este cargo casi cinco años después.

Por medio de las redes sociales, Rivilla ha explicado que desde el principio "fui muy consciente de que me sería imposible compatibilizarlo con mis otros compromisos profesionales durante mucho tiempo. Quizá por eso ha sido tan especial, intenso y constructivo. Siempre tuve presente el final”.

"Recuerdos en el corazón"

“Ha llegado el momento de despedirme. Me marcho con un sinfín de aprendizajes en la mente, recuerdos en el corazón e imágenes en las pupilas”, ha asegurado el técnico nacido en Puertollano. Además, ha asegurado que se siente "afortunado de cerrar este capítulo, de acuerdo a mi mejor previsión y de la mejor manera imaginable”.

Ha agradecido al seleccionador nacional, Jordi Ribera, su confianza en él; al presidente de la RFEBM, Paco Blázquez, por valorar su trabajo, y a la "gran familia" de la RFEBM.

"Hallé lo que deseaba como preparador físico. Quería un grupo de jugadores con ética de trabajo, generosos en el esfuerzo y responsables del cuidado físico; humildes ante las correcciones y curiosos frente a los aprendizajes”, ha dicho Rivilla