El Bidasoa Irun se deshizo con comodidad de un Incarlopsa Cuenca (38-32) que dio mucha guerra en la primera mitad para desaparecer tras el descanso con la defensa adelantada de Kauldi Odriozola y los goles del cubano Dariel García. Dos estilos muy diferentes en cada equipo en un primer tiempo en el que abundaron los goles, los conquenses hacían mucho daño con Doldán en los 6 metros y los vascos recurrían a un Azkue en estado de gracia para sostener a su equipo.

El técnico de Incarlopsa, Lidio Jiménez, había demandado a sus jugadores un paso adelante y los suyos entendieron el mensaje, se emplearon a fondo en defensa, haciendo a ratos infranqueable su muro y cuando los locales encontraban hueco se topaban con un majestuoso Grabavac que desquició al Bidasoa en la primera parte.

El tramo final  previo al descanso, cuando el partido estaba empatado, tuvo de todo. Cuenca se quedó 2 minutos sin Thiago Alves, excluido, y los guipuzcoanos fallaron sendos ataques con portería vacía para darle vida a su rival que encajaría el empate con el cronómetro a cero en un esquinado tiro de Kauldi Odriozola.

Vuelco al marcador

Se le hizo de noche a los conquenses la segunda mitad con la defensa 5:1 de Bidasoa, con Odriozola leyendo todas las líneas de pase y forzando recuperaciones que dieron un vuelco al marcador, que pasó de un 0-2 en contra de los vascos a un 4-0 a favor en un abrir y cerrar de ojos con Dariel García protagonista.

Ahí se rompió un Incarlopsa que se dejó ir, a pesar de los 2 tiempos muertos casi seguidos que tuvo que pedir Lidio Jiménez para no encontrar soluciones y tener opciones de haber peleado el justo triunfo de un Bidasoa- Irun que terminó gustándose.