El CF Talavera se volvió con derrota de su odisea en Melilla. Después de un viaje plagado de contratiempos, los de Fran Alcoy dieron la cara ante un equipo muy poderoso, pero no pudieron sacar nada positivo al caer merced a un tanto en propia meta en la segunda mitad. Los visitantes tuvieron ocasiones, pero la falta de acierto en los metros finales les acabó condenando.
El partido comenzó con los talaveranos bien plantados sobre el terreno de juego ante un rival plagado de excelentes individualidades. Así, los de Fran Alcoy fueron los primeros en avisar sobre la portería contraria con un centro de Christian que se fue envenenando y estuvo a punto de colarse en la meta local. La respuesta por parte del Melilla se produjo en una acción en la que la defensa del Talavera se despistó. Y es que en un saque de banda, Óscar García encaró a Gianni, aunque su disparo, algo precipitado, salió demasiado alto.
Los visitantes ofrecían un buen nivel y tuvieron el 0-1 en la cabeza de Oca, con una clara oportunidad en la que extremo remató picado, pero quizás no con la convicción necesaria como para batir a un atento Dani Barrio. Con todo, poco apoco se fue estirando el Melilla, cuyos latigazos podían definir el choque en cualquier jugada y así pudo suceder en el minuto 40. Traoré agarró un balón en campo abierto y se marchó por velocidad de dos adversarios, llegando hasta el área visitante y soltando un disparo que se fue por poco.
Un gol desafortunado
En la segunda mitad, el guión se torció de forma radical para el CF Talavera. En una de las primeras jugadas, el Melilla consiguió forzar un córner que resultó fatal para los intereses de los visitantes. El balón voló hacia el primer palo y allí la tocó en última instancia Madrigal, aunque Heber celebró el tanto en última instancia, para acabar metiéndose en propia meta el 1-0 cuando sólo habían transcurrido los primeros cuatro minutos de la segunda parte.
Le tocaba remontar al Talavera y eso era un arma de doble filo ante un Melilla experto y contundente. Con todo, a base de control del balón, fueron ganando metros los pupilos de Alcoy, que tuvieron su mejor ocasión en las botas de Abel Molinero, impreciso a la hora de definir. Con el paso de los minutos, el choque fue perdiendo ritmo ante las constantes interrupciones y sólo Sedeño inquietó la meta de Dani Barrio en un descuento en el que los norteafricanos no supieron sentenciar con sus contragolpes.