El CF Talavera de la Reina tuvo que sufrir hasta el final, pero se acabó llevando una victoria merecida ante un filial del Sevilla que, para ser justos, también hizo méritos en El Prado. Sin embargo, fueron los blanquiazules los que más lo intentaron y a los que en último suspiro les sonrió la fortuna, con un penalti dudoso que, en cualquier caso, se convirtió en el 2-1.
Los de Fran Alcoy salieron enchufados al partido, pero sin la claridad suficiente en los últimos metros como para generar verdaderas ocasiones de peligro. Su dominio se quedaba en intentonas que no bastaron para inquietar la meta visitante, más allá de un disparo de Oca desde dentro del área que se marchó por encima del larguero pasada la media hora de juego.
Fue al borde del descanso, en el minuto 44, cuando una genialidad les permitió a los cerámicos abrir el marcador. Fue Abel Molinero, con una falta directa desde el flanco derecho, el que ejecutó un lanzamiento magistral que se coló por la escuadra de la portería del Sevilla Atlético. Javi Díaz voló todo lo que pudo, incluso tocó el balón, pero no pudo sacarlo y el 1-0 subió al marcador.
Es más, se pudo ir con más ventaja al descanso el CF Talavera. De nuevo fue con una falta directa, esta vez ejecutada por Oca, pero con destino el larguero de la portería visitante. Fue la última ocasión antes de un entreacto al que el cuadro cerámico llegaba con más impulso que su rival.
Sufrimiento por no sentenciar
En la segunda parte, se pudieron acordar los talaveranos de ese balón estrellado en el larguero que hubiera supuesto el 2-0. Y es que los sevillistas saltaron al campo con la convicción de poner en problemas a los de Alcoy, y por momentos lo consiguieron. Poco a poco fueron ganando metros y, en el minuto 77, un córner botado al corazón del área por Curro lo cabeceó a la red, entrando con poderío, Genaro.
El partido se 'ensució' desde ese momento y las interrupciones, con alguna disputa más tensa de lo normal por medio, enredaron el choque. Ya en los últimos minutos, Laerte cayó dentro del área en una acción que el colegiado dejó en córner, aunque pudo haber contacto sobre el delantero talaverano.
Todo lo contrario que en la jugada que definió el partido en el 87. En esta oportunidad, el penalti sobre el ariete fue mucho más riguroso, pero el árbitro sí lo apreció como tal. Al lanzamiento acudió Oca que, con mucha tranquilidad y esperando a Javi Díaz se venciera a uno de sus costados, transformó una pena máxima que le da un importante respiro y tres nuevos puntos a los blanquiazules.