El Formac Villarrubia ha dado un paso de gigante para estar dentro de siete días clasificado para disputar la última eliminatoria por el ascenso a Segunda División B. El 2-0 que conquistaron los pupilos de Javi Sánchez frente al Bergantiños les ponen en una situación inmejorable de cara a seguir adelante con su sueño de subir a la categoría de bronce. Más allá de por el resultado, por el empaque, puesto que los blanquiazules dieron imagen de equipo decidido a escalar de categoría.
Comenzó el choque, eso sí, con un Bergantiños bien plantado y capaz de meter miedo en el cuerpo a los seguidores locales, que volvieron a abarrotar el Nuevo Campo. Para los visitantes fueron las primeras ocasiones, unos minutos de agobio que supo gestionar bien el cuadro local para terminar controlando la pelota. De este modo, fueron creciendo los ciudadrealeños en el partido, hasta tener su primera gran oportunidad en el minuto 27, cuando Nando Copete metió la puntera ante Cristofer, que hizo una sensacional intervención en el mano a mano para salvar el 1-0.
No iba a tardar en adelantarse, en cualquier caso, el Villarrubia. Y es que, al filo de la media hora de juego, Nando Copete robó en la saluda del Bergantiños y ganó con velocidad la línea de fondo para ponerla al corazón del área, donde Fran Minaya remató. En primera instancia, entre un central y el portero taponaron su remate, pero desde el suelo consiguió conectar de nuevo con la pelota para establecer el 1-0.
El gol le dio más aplomo al conjunto local, que empezó a jugar más a gusto sobre el terreno de juego. Supieron los de Javi Sánchez escapar bien de la presión visitante y les faltó sólo conectar en el remate para marcharse con un marcador más amplio al descanso. Bien es cierto que el Bergantiños tuvo un par de arreones en el tramo final, en especial con un lanzamiento poderoso de Jorge Saez, pero Manolo estuvo impecable para alejar el peligro.
Golazo y eliminatoria franca
En la segunda parte, comenzó el Villarrubia dispuesto a ampliar su renta en el marcador. No les bastaba a los locales con el 1-0 y buscaron dese el inicio un golpe que resultase definitivo para el choque y determinante para la eliminatoria.
Sin embargo, no contaban con que el 2-0 fuera a llegar en forma de obra de arte por parte de Arroyo. En el minuto 57, agarró un balón a más de treinta metros y aguantó bien la carrera con unos defensores que no se atrevieron a meterle la pierna. Así, decidió sacarse un imponente latigazo que se coló en la portería de Cristofer después de tocar dos veces en el larguero. Un gol de superior categoría.
Poco después pudo sentenciar de forma definitiva el Villarrubia, en una acción en la que Dieguito definió a las mil maravillas. Sin embargo, a pesar de marcar, la acción estaba invalidada por un fuera de juego previo. Seguía estando mejor el conjunto de Javi Sánchez, que tiró de experiencia para que los minutos se fueran consumiendo ante un Bergantiños que dio un paso al frente.
Era el esperado empujó final de raza del conjunto gallego, que creó varias situaciones de peligro en acciones a balón parado que la defensa local despejó sin contemplaciones. Javi Sánchez movió ficha y dio entrada a Diop para ganar físico. El Villarrubia dio un paso atrás y los visitantes avisaron primero con una acción en la que Cañi se enredó a la hora de rematar.
El juego se convirtió entonces en un asedio constante del Bergantiños con balones largos ante un Villarrubia que no acertó a comandar ningún contragolpe. No se pudo finiquitar la eliminatoria, pero los ciudadrealeños se mostraron lo suficientemente serios como para conservar un valioso 2-0 hasta cumplirse un descuento interminable, con apagón de dos torretas de los focos incluido. Ahora, tocará completar el trabajo a domicilio para estar en la siguiente fase y pelear, a una sola carta, por el ansiado ascenso de categoría.