El Formac Villarrubia cosechó en su visita a la Vieja Condomina un empate que en condiciones normales sería muy valioso. Sin embargo, al quedarse en la segunda parte con nueve el UCAM Murcia, a los de Javi Sánchez les deja un sabor de boca agridulce un punto que bien pudieron ser los tres.
Comenzó el partido con las fuerzas divididas, pero siempre con los visitante un punto por encima en cuanto a control de partido y ocasiones. De hecho, la primera oportunidad fue para los ciudadrealeños, en una acción en la que Sergio Arribas no encontró rematador para su gran servicio dentro del área. Poco después, en un saque de esquina botado por Dieguito, Nando Copete remató fuera en una buena posición.
Dio la réplica el UCAM Murcia, pero lo hizo pasada la media hora de juego. Fue Vicente en concreto el encargado de ejecutar un gran lanzamiento, incorporándose desde la segunda línea, pero la pelota se le marchó fuera por muy poco. De ahí hasta el descanso, la pelea impidió que se apreciaran ocasiones claras para ninguno de los contendientes.
Segunda mitad
En la segunda parte, las cosas se le torcieron al UCAM conforme fue perdiendo efectivos. Ya desde la primera expulsión, la de Gallas, empezaron a sufrir los locales ante un cuadro visitante que se envalentonó. Primero con un lanzamiento lejano probó fortuna el Villarrubia, que tuvo su oportunidad más clara en las botas de Fran Minaya, quien se topó con un Iricíbar que comenzó a crecerse ante el trabajo que se le avecinaba.
Más aún cuando los locales se quedaron con dos nueve, a raíz de la expulsión de Vicente. Lo intentaron hasta el final los pupilos de Javi Sánchez, sobre todo en las acciones a balón parado de las que disfrutaron, pero los murcianos se defendieron con orden y acabaron manteniendo el 0-0 en el marcador para confirmar un reparto de puntos valioso a priori, pero que a tenor del desarrollo del encuentro le puede saber a poco al Villarrubia.