Los tres equipos de Castilla-La Mancha que militan en el grupo IV de la Segunda División B del fútbol español, Formac Villarrubia, CF Talavera y CP Villarrobledo, han decidido tramitar un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), que afecta a sus plantillas y cuerpo técnico, "ante la paralización de la liga por tiempo indefinido para evitar contagios del coronavirus".

Los clubes regionales que presiden José Luis Urda, José Antonio Dorado y Bernardo de la Cruz, consideran que "ante la excepcional situación de emergencia sanitaria y el estado de alarma que vive el país por la propagación de la pandemia, no queda más opción que acogerse por causa de fuerza mayor a un ERTE".

Para los tres clubes, según un comunicado difundido este martes, "siempre ha sido una prioridad velar por la salud de todos sus trabajadores y sus familias, y esta es una decisión complicada, pero que hay que tomar por el bien de dichos clubes, por su presente y por su futuro".

Hasta que finalice la alerta sanitaria, los tres clubes castellano-manchegos de Segunda B se ven obligados a suspender temporalmente la relación laboral que jugadores y técnicos mantienen con la empresa. Todos ellos dejarán de cobrar su salario pero tienen derecho a la prestación por desempleo mientras dure la suspensión o reducción de jornada. La cuantía será del 70% de la base reguladora (de los 180 últimos días de cotización) hasta el sexto mes de prestación y del 50 % a partir del mismo. Esta prestación, por ser extraordinaria, no consume el tiempo de prestación por desempleo habitual (paro) a que tuviera derecho el trabajador y no será necesario el tiempo mínimo de cotización generalmente establecido (un año) para su percibo.