El Formac Villarrubia poco a poco se va pareciendo a lo que su entrenador, Javi Sánchez, quiere que sea. Es la lectura que se puede sacar tras el duelo frente al Linares, en el que el cuadro ciudadrealeño demostró empaque y un avance en la asimilación de conceptos. Buenas ideas ofensivas y orden atrás son los dos valores que se puede rescatar de un choque que estuvo en gran medida dominado por los locales.

Sólo en los primeros compases se vio a un Linares dispuesto a discutir la superioridad de los ciudadrealeños. Con presión y buenas llegadas por bandas, los andaluces llegaron a disponer de alguna jugada a balón parado que no lograron culminar. Precisamente, en un córner dio su primer aviso el conjunto de Javi Sánchez, que tuvo en los remates de Carlos Martínez y Juan Arcas sus opciones iniciales.

Hakim, en una posición más ofensiva de lo que es habitual en él, también lo intentó cayendo a banda, pero taponó bien la defensa del Linares para dejar en córner su llegada. Sin embargo, a cinco minutos para el descanso, una internada de Iván Bueno por la derecha permitió al extremo poner la pelota al corazón del área, donde Juan Arcas la tocó hacia la posición del propio Hakim, quien en el segundo palo únicamente tuvo que mandar la pelota a la red para establecer en el marcador el 1-0.

Segunda Parte

En la segunda mitad, de nuevo salió mandón el Villarrubia, que vio la forma de hacerle daño al Linares. De este modo, en otra internada por banda de Iván Bueno pudo llegar el segundo. En esta ocasión, el pase atrás del extremo madrileño encontró la llegada de Hakim, pero el centrocampista no estuvo tan acertado en la definición como en el primer gol y su remate en carrera salió desviado.

El Villarrubia estaba dejando buenas sensaciones y el 1-0 se antojaba corto para un cuadro ciudadrealeño que empezó a explotar las debilidades de un rival más cansado. De hecho, el Linares cometió un error fatal, típico de pretemporada, que le acabó costando el segundo. Una pérdida en un pase dentro del área propia de un defensor permitió a FranMinaya robar el balón y, tras acomodarse la pelota, soltar un latigazo que se convirtió en el 2-0 definitivo.