Los jugadores del Porzuna han encajado este fin de semana la derrota más reivindicativa del fútbol castellano-manchego. Ataviados con camisetas en las que podía leerse “Sin test, no se puede competir” y portando durante todo el partido su correspondiente mascarilla, el equipo porzuniego cayó por 25-0 en el campo del Atlético Teresiano en un partido que jugaron "por puro formalismo" en la Primera Preferente.
Con esta acción reivindicativa, los futbolistas del Porzuna han expresado su malestar por una situación que consideran “ilógica y muy grave, si tenemos en cuenta la situación de pandemia que estamos viviendo”.
Y es que mientras que en las categorías superiores los jugadores tienen la obligación de someterse a pruebas para saber si están contagiados de Covid-19, “en las categorías territoriales no existe esa obligatoriedad, por lo que se está comprometiendo severamente la salud de nuestros jugadores y del staff técnico del Club”.
Así lo ha explicado el presidente del CF Porzuna y concejal de Deportes del Ayuntamiento porzuniego, Inocente Palomares, quien ha asegurado que “es incomprensible que se ‘obligue’ a jugar a los chavales sin la seguridad necesaria y encima que se les castigue con bajarlos de categoría si se niegan a hacerlo”.
Palomares ha apuntado que desde hace varios meses el club está solicitando el aplazamiento de la competición hasta que puedan garantizarse las condiciones de seguridad frente al Covid-19. En este sentido, han remitido varios escritos tanto a la Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha como a la Consejería de Sanidad exigiendo una solución.
Desde el Club de Fútbol Porzuna piden que se hagan PCR o test de antígenos semanales a los jugadores antes de cada partido, pero advierte que “las categorías humildes no pueden costear PCR semanales a todos los jugadores, nosotros queremos encontrar una solución, pero no nos la dan”.
Si el problema es que no hay PCR o test para todos, la solución propuesta por el CF Porzuna es que se paralice la competición hasta que la situación epidemiológica esté controlada porque “estamos viendo cómo los casos positivos por Covid-19 van en aumento y algunos pueblos de nuestra zona están en una situación muy complicada”.
En caso de que se decida no paralizar la competición porque haya equipos que quieran jugar, lo que piden los de Porzuna es “que al menos no se penalice a quienes optan por la responsabilidad y la prudencia frente al Covid-19 y deciden no jugar para no poner en riesgo su salud y la de quienes les rodean”.
Inocente Palomares reconoce que según los estatutos de la Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha, “si un equipo no juega, se le penaliza bajándole de categoría, pero estamos atravesando una situación excepcional que requiere medidas excepcionales”, por lo que pedía a los responsables sanitarios y a la Federación que “tengan en cuenta todo esto y no echen por tierra el esfuerzo realizado el año pasado por los jugadores, castigándoles por una situación que es ajena totalmente a ellos”.
“Nuestros jugadores quieren entrenar, hacer deporte, disfrutar del fútbol y competir, pero no están dispuestos a hacerlo de cualquier forma, exponiendo su salud y la de sus familiares y amigos y poniendo en peligro incluso su puesto de trabajo, ya que ninguno de ellos es deportista profesional”, asevera Palomares, quien apunta que la posición del club porzuniego es compartida por otros muchos equipos de su categoría.
La competición comenzó hace un mes, pero el CF Porzuna ha ido pidiendo aplazamientos de partidos hasta ahora, “algo que ya no puede prorrogarse más en el tiempo”. Por eso, hoy han hecho acto de presencia en el campo de fútbol de Malagón, pero han “jugado de una forma especial sin ofrecer gran resistencia al rival y sin crear jugadas de ataque, como forma de protesta”.