El Yugo Socuéllamos conquistó su primera victoria de la temporada en un campo complicado, el del Melilla, y con una remontada que germinó en apenas un minuto. A pesar de ir por detrás en el marcador desde los primeros minutos, los ciudadrealeños supieron levantarse en la segunda parte para hacerse con tres puntos vitales en sus aspiraciones.
Comenzó el choque con muy malas noticias para un Socuéllamos que pudo pagar en parte la adaptación al terreno de juego. Y es que en el minuto 15, un centro desde la derecha al corazón del área, lo remató a la perfección Borja Díaz colándose entre los defensores, que le dejaron demasiado espacio para establecer el 1-0.
No estaba cómodo el conjunto visitante y los locales quisieron finiquitar el choque por la vía rápida. Sin embargo, tras ganar la línea de fondo Nando y dejarle el balón en bandeja a Borja Díaz, el goleador de los norteafricanos estrelló su remate en el cuerpo de Viktor.
Tardó en entrar en el partido el conjunto vinatero, algo que no consiguió hasta los últimos compases de la primera mitad. Sin duda, la oportunidad más señalada para los socuellaminos la tuvo Stevens, que en dos ocasiones se estrelló contra la defensa melillense después de ganar bien la línea de fondo y quedarse a las puertas de la meta local.
Remontada en un minuto
Las sensaciones del Socuéllamos habían sido buenas en el tramo final de la primera parte y se iban a confirmar en la segunda. De nuevo los visitantes mostraron otro talante y ganaron metros en busca de la meta contraria hasta que una jugada les metió de lleno en el encuentro. Un balón a la espalda le permitió a Morros forzar el penalti sobre un zaguero del Melilla que llegó tarde. El colegiado no lo dudó al señalarlo y Megías estableció el 1-1 en el minuto 57 al transformar con serenidad la pena máxima.
El gol descolocó al conjunto local, que apenas un minuto después encajó el segundo. Un error en la cesión de Muñoz le permitió a Pallarés llegar a la pelota antes que Gálvez y, con habilidad, consiguió superar al cancerbero para darle la vuelta al choque.
Lejos de entrarle el miedo, al Socuéllamos le reforzó el 1-2 en su plan, teniendo el control del encuentro y, sobre todo, lanzando tentativas que bien le pudieron valer para sentenciar. Sin ir más lejos, Kike Domínguez pudo abrir brecha, pero no lo consiguió y les tocó sufrir a los vinateros el arreón final del Melilla. Un viejo conocido del fútbol castellano-manchego, Agus Alonso, pudo establecer las tablas en el descuento, pero optó por una chilena muy poco práctica que le permitió a un zaguero evitar su remate limpio, salvando tres puntos para un Socuéllamos que debe crecer a partir de este triunfo.