El Yugo Socuéllamos se llevó el triunfo en el derbi de vecinos frente al Formac Villarrubia. Y lo hizo tras un encuentro que se resolvió por un solitario tanto de penalti muy protestado por los visitantes. Y es que, tras interrumpir Jacinto un saque del cancerbero Irureta, el portero dejó el pie y el colegiado señaló una pena máxima que decidió el partido.
Antes de esa jugada clave de la segunda parte, la primera mostró a dos equipos muy preparados para la pelea que se suele vivir cada dos semanas en el Paquito Giménez. Si bien cada uno batallaba con sus armas, fue el Socuéllamos el que con el paso de los minutos cogió el mando. De este modo, pasada la media hora de juego, Megías se dejaba caer a la banda y desde allí servía un gran balón a Kike Domínguez, quien no pudo dirigir bien su remate al estar en una situación forzada por la presencia de un zaguero.
Ya en el minuto 36, llegó otro aviso muy serio de los socuellaminos. Lara puso un buen balón desde una falta lateral y Megías cabeceó a la red de una forma impecable. El tanto, con todo, no subió al marcador, ya que el asistente vio fuera de juego en la posición del rematador. El Villarrubia se sintió en peligro y entonces reaccionó, teniendo dos acercamientos importantes en las botas de Algisi y Álex Jiménez en el que ambos perdonaron el que hubiera supuesto el 0-1.
Victoria con polémica
En la segunda parte, el partido se fue enredando con varias acciones polémicas en las que los jugadores de ambos equipos llegaron a reclamar decisiones más contundentes del colegiado. En especial, en las áreas se veían algunas situaciones que podían derivar en penalti si los marcadores se seguían excediendo.
Sin embargo, la pena máxima que decidió el encuentro se produjo tras una acción que estuvo envuelta en la polémica en el minuto 66. Irureta se disponía a sacar en largo tras atajar un saque de esquina botado por el Socuéllamos y se vio estorbado en su intento de golpear el balón por Jacinto. El cancerbero reaccionó con un gesto feo, sacando la pierna y tocando al rival, algo que el colegiado entendió como penalti, obviando la falta anterior del jugador azulón. Sin solución para los visitantes, Megías acudió al punto fatídico y no falló para establecer el único tanto del partido.
A partir de entonces, intentó el Villarrubia sobreponerse a la situación y gracias a la electricidad de Dani Homet. En especial, le sirvió un gran balón a Berrocal, quien no fue capaz de empatar en una clara ocasión en la que se encontraba completamente solo para el gol. A pesar de estas intentonas, el Socuéllamos se mostró tenaz en su defensa y sumó tres puntos vitales para sus aspiraciones de salvación frente a un conjunto blanquiazul al que le está costando volver a la senda del triunfo.