El Formac Villarrubia sigue pasando por una situación más que incierta. El cuadro ciudadrealeño volvió a caer en esta segunda fase, esta vez en casa frente al Atlético de Madrid B, y dejando unas sensaciones muy preocupantes. Y es que los blanquiazules prácticamente se quedaron sin opciones de sumar tras una primera mitad plagada de errores y con una expulsión evitable de Minaya.
El partido comenzó con equilibrio entre ambos conjuntos, aunque bien es cierto que el filial rojiblanco disfrutó de la mayoría de acercamientos. No llegaron a ser oportunidades claras hasta que Mariose plantó en la frontal del área y se sacó un lanzamiento que taponó bien la defensa. En el córner posterior, Irureta tuvo que emplearse a fondo para sacar un lanzamiento directo desde la esquina de un Toni Moya que buscaba el gol olímpico.
Las cosas se le iban a torcer al cuadro local con la lesión de Herrera, que iba a ser sustituido por Minaya, quien vio la amarilla prácticamente de inmediato. Con todo, lo peor fue que el filial castigó los desajustes en los ciudadrealeños con una internada por la derecha de Ricar que Mario empujó a la red en el minuto 24 para establecer el 0-1.
Lejos de reaccionar, el Villarrubia se complicó aún más la vida. En el minuto 34, Minaya derribó a Camus cuando ya le habían superado y el colegiado decretó un penalti que Camello lanzó muy alto. Se salvaron ahí los blanquiazules, pero en el 38 el partido prácticamente se les iba a marchar con la segunda amarilla de Minaya, por una falta innecesaria en el centro del campo en una pugna.
Segunda Mitad
En la segunda parte cambió varias piezas Javi Sánchez en busca de una reacción de los suyos. El equipo pareció mejorar, con varios acercamientos y presencia en campo contrario a pesar de la inferioridad, pero fue un mero espejismo porque los errores seguían produciéndose.
Uno de ellos fue un ejemplo de cómo se encontraba realmente el equipo local. Tras una caída de un atacante del filial que el colegiado no apreció como penalti, varios jugadores del Villarrubia protestaron, algo innecesario puesto que la acción no perjudicaba a sus intereses. Esa distracción provocó que Irureta, que quiso sacar rápido, tropezara con un Cabezuelo que miraba al colegiado. El balón quedó suelto y se lo llevó Ismael, pero su lanzamiento sin portero se marchó desviado.
Poco a poco, el Atlético de Madrid B fue manejando el choque y encontrando espacios en un Villarrubia más cansado, rozando el segundo gol en un cabezazo de Simeone que salió blando a las manos de Irureta. Poco después, fue Ricar quien la mandó también fuera con el portero fuera de sitio tras salir a realizar un despeje.
Estaba más cerca el 0-2 que el empate y los malos augurios se cumplieron en el minuto 69. Un disparo lejano de Toni Moya lo salvó con muchos apuros Irureta, mandando la pelota a córner. En el saque de esquina, Forcén cabeceó libre de marca y anotó el segundo para los rojiblancos que ya supuso la sentencia.
Y es que la reacción del Villarrubia fue muy tímida frente a un filial que bien pudo anotar el tercero de no haber caído en varios fueras de juego. Los blanquiazules siguen de este modo siendo los únicos del grupo por la permanencia que no han sumado, por lo que les urge sumar en las próximas jornadas si no quieren verse metidos en problemas.