El Albacete se ha hundido en la clasificación tras encajar ayer una cuarta derrota consecutiva -perdió 2-0 ante el Málaga- que le mantiene último en la clasificación de Segunda división y a siete puntos de la zona de permanencia.



Los números están siendo más esquivos que el juego, pero lo cierto es que el principal talón de Aquiles, su falta de gol, está pasándole factura en el tramo decisivo de la competición liguera.



El cuadro manchego es el conjunto que menos goles ha conseguido en la categoría de plata del fútbol español, acumulando 21 tantos en treinta y cuatro jornadas que han sido insuficientes para gozar de una posición más privilegiada en la tabla.



Asimismo, en las cuatro últimas citas ligueras sólo ha sido capaz de marcar un tanto para, por el contrario, recibir ocho goles que han contribuido a que en el entorno albaceteño ya se dé por hecho el descenso a la categoría de bronce, que la temporada que viene se conocerá como 1ª RFEF.



Su entrenador, Alejandro Menéndez, muy cuestionado después de los resultados más recientes, reconocía en la rueda de prensa posterior al encuentro que la derrota les “duele mucho a todos” y que les dejaba “machacados”, aunque también animó a “no pararnos aquí, porque debemos continuar e intentarlo hasta el final”.



El preparador asturiano admitió que a su equipo le “han pasado factura las derrotas de la semana anterior cuando mereció ganar” y apuntó a que el cambio de dinámica pasa por “mejorar el aspecto mental, porque ahora mismo es eso más importante que las piernas”, concretó.



Por último, reiteró que no deben bajar los brazos porque han “perdido un partido muy importante, pero no nos debemos descomponer para no repetir la imagen de hoy”, matizó.