El CD Toledo no falló en el día más importante y ya es equipo de Segunda RFEF. Y lo hizo tras superar por la mínima a un Quintanar del Rey que ve roto en mil pedazos el sueño de un ascenso histórico. Lo tenían mejor los verdes, a los que les valía el empate y que jugaban ante su público, y no fallaron con una ciudad volcada para que su equipo volviera al lugar que le corresponde tres temporadas después.
El partido, como era de esperar, comenzó con miedo por parte de ambos. Ninguno quería perder los nervios antes de tiempo, después de dos encuentros en la liguilla previa en los que saltaron chispas. Por ello, la bronca quedó en un segundo plano y nadie quiso ser el primero en encender las alarmas. Además, se entiende que el árbitros les avisó.
La pelea, por tanto, se quedó en el centro del campo sin que ninguno tuviera ni la valentía suficiente como para irse arriba descuidando la retaguardia. Con todo, sí fue el Quintanar, obligado a ganar, quien probó fortuna con un buen remate de Kaín que se marchó por poco y otra intentona de Campoy que Olmedo resolvió con una gran intervención. Posiblemente ésta fue la opción la más clara del primer acto, aunque el cuadro local, por su parte, dispuso de su mejor opción en un saque de esquina cabeceado por César Ortiz que Ferri blocó con mucha seguridad.
La pausa de hidratación y una jugada al final del primer tiempo, con un jugador del Quintanar en el suelo en la que el CD Toledo no quiso lanzar pelota a la banda y que terminó en riña, fueron los únicos sobresaltos de una primera mitad que se fue enfriando con el paso de los minutos. Los dos equipos preferían dejarlo todo para la segunda: unos porque les valía el resultado y otros porque todavía estaban muy vivos.
Segunda Parte
En la segunda mitad, la tónica se mantuvo y apenas varió el guión en ninguno de los contendientes. De nuevo, el primero en avisar era el Quintanar, con un remate a la salida de un córner que Felipe Belmonte no supo dirigir entre los tres palos de Olmedo.
El CD Toledo, sin embargo, se conformaba con controlar el tempo del choque y esperar a su gran oportunidad para adelantar, algo que no iba a tardar en producirse. Apenas se había cumplido un cuarto de hora de juego cuando un pérdida de los visitantes en campo propio acabó con la pelota en los pies de Jokin Esparza. El extremo enfiló la portería de Ferri, pero no esperó demasiado para definir, con toda la ventaja del mundo, adelantando a los capitalinos en el marcador.
El choque se ponía de claro color local y así lo evidenciaba que Merino cambiase a Jokin Esparza por Antón. buscaba el absoluto control de la situación y lo logró, desactivando a un Quintanar del Rey que tenía en contra un partido en el que no estaba cómo y el paso del tiempo.
Sólo Campoy trató de inquietar, sin suerte, la portería verde, mientras que el CD Toledo rozó la sentencia a falta de quince minutos. Una falta botada por Antón con muchísimo peligro la tocó la defensa y acabó en las piernas de Mansour, que no fue capaz de marcar con todo a su favor. El fallo, con todo, no desmereció la actuación de un zaguero que se erigió como el mejor del partido.
Los últimos compases, como suele suceder en estos casos, se fueron consumiendo entre cambios y parones. También con una pequeña refriega, no comparable en ningún caso a las vividas en los dos partidos de la fase anterior. Y es que el Quintanar se sabía desarmado ante un CD Toledo que sólo tuvo que esperar a que el colegiado decretase el pitido final para desatarse por completo. Por fin, después de tres temporadas muy dolorosas, los verdes consiguen salir del pozo de Tercera y lo hacen más fuertes que nunca. Con un ilusionante proyecto recién estrenado y el apoyo de toda su gente. Enhorabuena.