Milagros Martínez, entrenadora conquense del equipo masculino de Suzuka, en Japón, ha cambiado las "risitas" iniciales de sus jugadores por el "respeto" con su trabajo y métodos en el fútbol japonés.
Después de trece años en la Fundación Albacete, de ascender con el equipo a Primera División y de jugar tres temporadas en la máxima categoría, Milagros Martínez, de 36 años, recibió una oferta para entrenar en Japón a un equipo masculino, el Suzuka, un equipo semiprofesional de la cuarta división de ese país.
"Aquí todo gira un poco en torno a la Fórmula Uno y ya son tres las temporadas que llevo entrenando al equipo masculino y contenta porque el objetivo del club ha ido creciendo en ambición", dijo Martínez en una entrevista con EFE Radio desde Japón.
"En 2018, les gustó mi currículo y me hicieron una oferta. Era algo que llevaba pensando desde hacía algún tiempo y no me lo pensé demasiado. Desde que llegué he sentido el apoyo del club y tengo libertad para los fichajes y para jugar como quiera. Estoy cómoda aquí", añadió la entrenadora natural de Fuentespino de Haro (Cuenca).
No fue fácil al principio, pero todo se ha ido reconduciendo.
"Los días sola son complicados, el idioma es complicado, es una ciudad pequeña y tampoco se puede salir a cenar o tomar una cerveza porque son muy tradicionales y todo se sabe", explicó.
"Al principio los jugadores hacían corrillos y se les oía las típicas risitas, pero ahora tengo jugadores veteranos que han jugado en primera división y me han demostrado su respeto y eso ayuda mucho. Me costó poco ganármelos", siguió.
La entrenadora del Suzuka está revolucionando el fútbol japonés de esas categorías.
"Los equipos cada vez son más ordenados, pero he impuesto algo más de control en el juego y eso cuesta. Al final, en el bagaje total, vale la pena, fusionar lo bueno que tienen ellos, la fuerza y el fútbol directo, y lo bueno que tenemos nosotros", afirmó.
El idioma es una barrera, pero poco a poco van entendiendo a la entrenadora.
"El mensaje que quieres transmitir siempre se pierde algo por el intérprete. Soy muy pasional y gesticulo mucho. El traductor no elevaba el tono de voz y tuve que explicarle que había que darle vida a los comentarios e instrucciones. Ahora los jugadores, por mi tono y mi expresión, van entendiendo algo más", comentó.
La entrenadora conquense ha sido la primera mujer entrenadora que ha ganado un partido de la Copa Emperador.
"Tenemos un premio muy bonito que es enfrentarnos a un equipo de Primera, que será doble para mí al ser el Vissel Kobe el equipo de Andrés Iniesta. Siendo sincera no creo que juegue contra nosotros porque somos un rival muy inferior para ellos, pero puede ser uno de los momentos más bonitos de mi carrera", apuntó.
El futuro de la técnica está abierto.
"Este año en Suzuka el objetivo es ascender, pero también me ronda la idea de acercarme a casa. Aquí, en Japón, ya tengo un poco de currículo hecho y no creo que fuera un problema seguir. Creo que estoy preparada para un reto mayor y me da igual un equipo masculino o femenino", finalizó Milagros Martínez.