El Albacete Balompié ha comenzado la temporada por todo lo alto. En el primer partido de liga, el de la vuelta del público al Carlos Belmonte, el equipo de Rubén de la Barrera cuajó un partido muy completo ante otro recién descendido, el Castellón, también llamado a estar en la parte alta de la clasificación.
Desde el principio, los locales tuvieron el partido bastante controlado. Ese control se materializó en gol poco antes del descanso con un protagonista muy especial. El día en que se volvía a enfundar la camiseta del Albacete Balompié en partido oficial portando además el brazalete de capitán, el cordobés Rafa Gálvez se elevó por encima de todo en un corner magistral de Fran Álvarez para poner por delante a los suyos.
Tras el paso por vestuarios, el Castellón intentó tomar la manija en busca del empate, pero el Albacete supo estar en su sitio y aguantar. Así, al cuarto de hora de la reanudación el equipo de De la Barrera encarriló el partido en un buen contraataque que terminó con Manu Fuster cayendo dentro del área y el árbitro señalando el punto de penalti. El propio Fuster, único jugador de la pasada temporada que formó parte del once inicial, fue el encargado de hacer el 2-0.
Con la ventaja de dos goles, el Castellón, como era de esperar, intentó meterse en el partido ante un Albacete que dio un paso atrás. Los intentos de los castellonenses tuvieron su premio a quince minutos del final. El veterano Pablo Hernández se aprovechó de una indefensión de la zaga local para sacar un gran disparo ante el que nada podía hacer Rosic.
A partir de este momento llegaron los peores minutos para el Albacete. El Castellón se vino arriba y rozó el empate en varias ocasiones. En casi todas, Rosic estuvo imperial. El susto duró hasta que a falta de tres minutos, Rubén Martínez batía a Campos certificando la victoria final del Albacete. Mejor arranque, casi imposible.