Era el partido más complicado y terminó de la peor manera posible, con goleada. El Marchamalo cayó goleado ante el Atlético Levante por 1-7 en un choque muy complicado en lo emocional después de que dos trabajadores perdieran la vida este viernes en el municipal de La Solana cuando instalaban la iluminación adicional para el partido de Copa del Rey de este martes frente al Real Valladolid.
El choque comenzó con un bonito homenaje de los futbolistas y trío arbitral a los malogrados operarios. Antes del comienzo, los protagonistas del encuentro se acercaron al fondo donde se produjo el accidente y cada uno de ellos depositó una rosa roja en señal de duelo. A partir de ahí, el vendaval granota, dorado en esta ocasión, desarboló cualquier ilusión de los locales por puntuar.
Apenas se llevaban 8 minutos de juego cuando el partido comenzó a empinarse para el Marchamalo con un penalti que transformaba Faraj en el 0-1. Los de Aitor Gómez intentaron recomponerse a este golpe e intentaron buscar la portería de Picón en un par de acercamientos que terminaron con disparos lejanos de Braun y Nachete.
A esas alturas de partido ya se atisbaba que la pólvora que faltaba en un área, sobraba en la otra. Poco después de la media hora de juego, Sevikyan tenía que ser derribado por Carpin al borde del área para desactivar una gran jugada personal. El propio jugador ruso aprovechaba el balón parado para telegrafiar un disparo al palo del portero que sorprendió a Jony (0-2).
Otra piedra más en la mochila de un Marchamalo que tenía la posesión pero no la llave para romper el entramado del rival. Poco antes del descanso, el Atlético Levante volvió a demostrar su peligro a la contra y en una jugada muy rápida Faraj hacía el 0-3 con el que el partido se fue al descanso.
Segunda parte
Pese a lo adverso del marcador, el Marchamalo no dio su brazo a torcer en busca de un gol que le metiese en el partido. Nachete tuvo una oportunidad de oro en un despeje defectuoso de Nachete, pero su disparo no fue bueno.
El premio a la insistencia llegaría en el 56'. Leal pisaba a Juan Rojo dentro del área y el árbitro no dudaba en pitar una pena máxima que Braun transformaba en gol.
Con el 1-3, el partido pintaba a puerta grande o enfermería y para desgracia de los locales, se dio la segunda de las opciones. Quizá la clave estuvo en un lance entre Juan Rojo y Josemi que inexplicablemente y solo ante Picón no terminó en gol. A partir de aquí, la expulsión del entrenador Aitor Gómez y las contras visitantes entrando como un cuchillo caliente en la mantequilla hicieron el resto.
En el 70' Faraj hacía el tercero de su cuenta segando de raíz cualquier esperanza de remontada. Quedaban todavía veinte minutos de partido que no sirvieron más que para que Rubén Alcaina, Benítez y de nuevo Faraj redondearan una goleada que provoca que el Marchamalo continúe una semana más en el fondo de la clasificación.