Hércules 2-1 Calvo Sotelo Puertollano
Mucho más que un milagro necesita el Calvo Sotelo Puertollano para no jugar la próxima temporada en Tercera División. El equipo minero sumó una derrota en su visita al Rico Pérez de Alicante que le hunde un poco más en la clasificación y le sitúa a 11 puntos de la salvación cuando solo quedan 18 por disputarse.
El enfrentamiento entre un equipo que lucha por el ascenso y otro hundido en el descenso siguió la lógica que marcaba la clasificación dejando los tres puntos en Alicante.
Tras varias oportunidades claras sobre la portería de Simón Ballester, los herculanos se adelantaban en un saque de esquina que no fue capaz de despejar con contundencia la zaga azulona y que aprovechó Diego Jiménez.
A pesar de ir por detrás en el marcador, el Calvo Sotelo esperó su oportunidad para igualar el tanteo. Esa ocasión llegó antes del descanso en un robo en el centro del campo a partir del cual montaron una contra perfecta que remachaba Sancho.
En la segunda parte, el Hércules salió muy enchufado y en el 53' logró adelantarse de nuevo. Esta vez era Raúl Ruiz el que conectaba un gran disparo que fue a gol tras golpear en el palo.
A partir de aquí los alicantinos controlaron el partido sin demasiados problemas e incluso pudieron agrandar su ventaja en varias ocasiones, la más clara en un disparo de Pau que se estrelló en el larguero.
Pulpileño 0-0 CD Toledo
Con los mismos puntos y en la misma situación se encuentra el CD Toledo que sumó un empate que no le sirve para nada en su visita la Pulpileño.
El colista y el equipo que ahora mismo marca la salvación protagonizaron un partido poco vistoso en el que quedó patente por qué los dos equipos están donde están. Durante los 90 minutos, los espectadores apenas tuvieron ocasiones que llevarse a la boca.
No obstante, dentro de esa mediocridad fue el CD Toledo el que tuvo la oportunidad más clara del partido en las botas de Cédric. El delantero camerunés, que acababa de entrar en el partido, se plantó delante del portero local en el 74' pero no fue capaz de batirlo en el uno contra uno. Pese a todo, el rechace le volvió a caer y cuando parecía que tenía todo a favor para introducir el balón en la portería, no fue capaz de embocar.