La Guardia Civil ha imputado un presunto delito de lesiones leves y otro de simulación al entrenador denunciado por agredir a un árbitro en un partido de categoría cadete entre el Torpedo 66 y el Ayuntamiento de Fuensalida.
Como les explicaba EL ESPAÑOL-EL DIGITAL CLM, tras producirse los hechos hubo un cruce de denuncias entre el entrenador del equipo local y el árbitro. La Guardia Civil, que en su momento no ofreció detalles al haber menores involucrados en el asunto, ha emitido un comunicado en el que explica que el primero en interponer denuncia fue el entrenador "manifestando haber sufrido una agresión por parte del árbitro" y poco después recepcionaron la del árbitro.
A partir de ahí comenzó una investigación por parte de los agentes del Puesto de Cebolla con el objetivo de esclarecer los hechos. Así, el pasado viernes 6 de mayo tomaban declaración al entrenador de 25 años en calidad de investigado no detenido y determinaban que "había simulado las lesiones sufridas durante el partido" en las que fundamentaba su denuncia. Del mismo modo, le imputan un delito de lesiones leves fruto de la presunta agresión que realizó al colegiado del encuentro y que "justificaba en su denuncia como defensa propia."
Versión de los hechos en el acta
El árbitro expuso su relato de los hechos en el acta del partido, donde detallaba que "el entrenador del equipo local, A.F., me agarró con las dos manos fuertemente del cuello, llegando a notar sensación de ahogo y pérdida de conocimiento", a la vez que varios jugadores "profirieron insultos graves, mientras me zarandeaban y humillaban como un juguete." Estos futbolistas, que no olvidemos son chavales de 15 años, le dijeron textualmente según su versión: "Eres un maricón de mierda. De aquí no sales vivo. Mierda. Eres malísimo. Hijo de puta."
Acto seguido, contaba que estos jugadores "me agarraban de brazos y manos, inmovilizándome, y haciéndome temer por mi integridad física, teniendo que ser separado por jugadores del equipo visitante." Este capítulo de "patadas y puñetazos" por parte de los locales derivó en una "invasión de alrededor de unas 50 personas, que formaron una batalla campal."
El trencilla exponía como pudo zafarse gracias a la intervención de un aficionado local hasta llegar a los vestuarios, donde según sigue contando una persona que se identificó como el presidente del Torpedo 66 le espetó: "eso te pasa por pitar como has pitado."
Una vez que los ánimos se calmaron, pudo dirigirse al Centro de Salud de la localidad donde le detectaron "enrojecimiento y escoriaciones" en varias partes del cuerpo.
Por su parte, el Torpedo 66 emitió un comunicado en el que condenaba "cualquier tipo de acto de violencia deportiva" y anunciaba que "se ha constituido una comisión para tratar de esclarecer los hechos ocurridos y una vez que sean recabadas todas las informaciones y testimonios posibles, actuar de la manera que proceda."