Miles de personas han abarrotado las calles de Toledo por las que ha pasado la Vuelta Ciclista a España, en su décima novena etapa, la cual ha finalizado en el exterior del Alcázar, sede del Museo del Ejército, y ha servido como tributo a Federico Martín Bahamontes, en el 60 aniversario de su triunfo en el Tour de Francia.
Desde primera hora de la tarde, cientos de aficionados al ciclismo de todas las edades han desafiado a las previsiones de lluvia y han llenado las calles, sobre todo del Casco Histórico de Toledo, para animar a los ciclistas en la complicada subida a la meta ubicada en una de las partes más altas de la zona antigua de la ciudad.
La serpiente multicolor ha entrado en la capital castellano-manchega por la carretera de La Puebla para recorrer los últimos 12 kilómetros de la etapa y, tras atravesar la zona de la Avenida Barber, Cardenal Tavera y Puerta de Bisagra, ha descendido hasta el puente de la Cava para iniciar el ascenso al Valle, donde ya había numerosos aficionados apostados para ver pasar a los corredores.
Sin embargo, donde más gente se ha concentrado ha sido en el tramo entre los barrios de Santa Bárbara -al que han accedido por el Paseo de la Rosa- y el Casco Histórico, al que han subido por Doce Cantos, Cervantes y Unión hasta llegar al Ángel del Alcázar.
El cansancio se hacía notar en los ciclistas en esta subida escarpada, que no obstante solo les ha llevado unos minutos, de manera que el ganador de la etapa ha pasado alrededor de las 17:20 horas por la curva de la calle Cervantes y muy pocos minutos después el pelotón, salvo los rezagados a los que les ha costado más completar el recorrido.
Mientras llegaban los corredores, el público expectante ha disfrutado del vuelo de varios helicópteros del Ejército, cortesía del Museo del Alcázar como sede acogedora de la meta.
La penúltima etapa de la LXXVI edición de La Vuelta Ciclista a España ha partido esta mañana de Ávila para recorrer 165,2 kilómetros, que han sido seguidos por 190 países a través de la televisión, y ha servido como tributo al 'Águila de Toledo' Federico Martín Bahamontes, en el 60 aniversario de su triunfo en el Tour de Francia en el año 1959.
La de este viernes ha sido una etapa muy especial para Bahamontes, no solo porque ha participado en la ceremonia de los ganadores como uno de los anfitriones, sino porque la serpiente multicolor ha pasado por Val de Santo Domingo, su pueblo natal, y ya en la capital toledana por la puerta de su propia casa, demás de que su estatua, recién restaurada tras un acto vandálico, vuelve a lucir en la Cuesta de las Armas.
Bahamontes ha entregado junto al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, el maillot rojo al líder de la clasificación general de La Vuelta a España, el esloveno Primoz Roglic.
Con anterioridad, la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, y la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, han entregado el premio -un perfil de la etapa en una superficie acristalada- al triunfador de la 19 ª jornada, el francés Remi Cavagna, y también ha participado en la entrega de premios el director del Museo del Ejército, el general Rajo Moreno.
La lluvia no ha deslucido el final de la etapa con meta en Toledo, la novena en la historia de La Vuelta Ciclista a España, pero sí ha sido suspendida una de las actividades preparadas para los más pequeños, la Vuelta Junior, aunque la fiesta continúa en el 'Parque Vuelta' instalado en el aparcamiento de Azarquiel.