Las finanzas llegan a las aulas
Los directores generales de Salud Pública y Consumo, Manuel Tordera, y de Programas, Atención a la Diversidad y Formación Profesional, Amador Pastor, de las Consejerías de Sanidad y de Educación, Cultura y Deportes, respectivamente; se han reunido con el director del Departamento de Conducta de Mercado y Reclamaciones del Banco de España, Fernando Tejada, y con la subdirectora del Departamento de Estrategia y Relaciones Institucionales de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Cristina Menéndez, para abordar la puesta en marcha de un Plan de Educación Financiera en el ámbito escolar de la región.
Asimismo, este plan podría también extenderse al comunitario, con la participación de las asociaciones de consumidores y de las oficinas municipales de información al consumidor.
Con esta iniciativa, el Gobierno regional pretende sumarse a las actuaciones que, tanto el Banco de España como la Comisión Nacional del Mercado de Valores, han diseñado con objeto de mejorar la cultura financiera de la población, a fin de que los ciudadanos estén en condiciones de afrontar con suficiente confianza conceptos económicos básicos y, más concretamente, aquellos relacionados con las finanzas personales.
La oportunidad y la necesidad de llevar a cabo esta iniciativa radica por una parte, en la creciente inquietud que el sector financiero ha despertado en las personas consumidoras en general, y en particular, en todo aquello relacionado con la contratación de créditos y préstamos hipotecarios.
Nivel básico
Asimismo, por otra parte, los resultados recientes del Informe Pisa sobre Competencia Financiera han puesto de manifiesto que en nuestro país uno de cada cuatro estudiantes españoles de 15 años de edad no alcanza el nivel básico de conocimientos financieros y que, aunque son capaces de tomar decisiones sencillas sobre gastos cotidianos y saber para qué sirve una factura, tienen dificultades para interpretarla.
En definitiva, este plan permitirá incrementar los niveles de cultura financiera entre la población escolar castellano-manchega, así como también cambiar sus actitudes y comportamientos, ya que éstos suelen encontrarse influenciados por una serie de tendencias o asociados a factores tales como las emociones, el exceso de confianza, la sobrevaloración de los propios conocimientos financieros o la prescripción de otras personas con conocimientos inadecuados o insuficientes al respecto.
De esta manera, la educación financiera puede contribuir a que las familias y las personas consumidoras, desde temprana edad, ajusten sus decisiones de inversión y de consumo de productos financieros a sus perfiles de riesgo, sus necesidades y sus expectativas, lo que a su vez tendrá, asimismo, un impacto positivo sobre la estabilidad económica.