El incremento de los ataques de lobos al ganado tiene en vilo a los ganaderos de la Sierra Norte de Guadalajara ya que el final del pasado año y los comienzos de este 2019 está angustioso en varios municipios, entre ellos Campillo de Ranas, El Cardoso, Condemio, Corralejo o Peñalba.
La Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos de Guadalajara (APAG) ha señalado este lunes algunos de los últimos ataques de lobos que ha habido y ha avanzado que los ganaderos de la Sierra Norte han pedido al director provincial de Agricultura, Santos López, una serie de medidas, entre ellas revisar las indemnizaciones.
La ganadería SAT Campillo, de Campillo de Ranas, ha tenido cuatro ataques a terneros en mes y medio, con un balance de tres muertos y uno herido; a finales de diciembre también hubo tres ataques en El Cardoso en apenas quince días, con una cabra, una oveja y un ternero -de diferentes ganaderos- muertos, y en Condemio hubo un ataque la noche del 1 de enero y murió un ternero.
Además, a lo largo de este mes de enero se han repetido ataques en Corralejo o Peñalba, donde el ganadero Alberto Calvo ha sufrido dos casos, por lo que ha lamentado que "a la gente joven como yo, que somos cuatro en el pueblo, la poca ilusión que tienes te la quitan; entre la tuberculina y los ataques, esto terminaremos por abandonarlo porque cada día es una cosa". También se ha quejado de que no se tiene en cuenta los abortos y otros daños colaterales en la cabaña, como que a las vacas se les corta la leche o no salen al celo. Y Paco García, ganadero de Campillo, ha advertido en el comunicado de la APAG que "también está en juego nuestra integridad" porque las vacas están estresadas y violentas por los ataques que reciben.
Los ganaderos también han reclamado que ante el aumento de explotaciones positivas a tuberculosis se realice una valoración adecuada de los animales positivos, y que las indemnizaciones se paguen inmediatamente después del sacrificio, y facilitar la reintroducción de sementales en la explotación con animales positivos y que se indemnicen todos los positivos sacrificados sin necesidad de que sean saneados en su conjunto.