Castilla-La Mancha ha cerrado 2018 con un déficit de 149 millones de euros, el 0,36 por ciento del PIB, por debajo del 0,4 por ciento que era el objetivo fijado para el ejercicio, según ha explicado este viernes el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina.
En rueda de prensa, el consejero ha hecho público el dato del cumplimiento del objetivo del déficit, después de haber informado el martes al Consejo de Gobierno del cierre del ejercicio presupuestario y una vez que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, lo ha ratificado este viernes al dar cuenta de las cifras del déficit público de 2018.
Ruiz Molina ha señalado que el déficit de 149 millones de euros que ha tenido Castilla-La Mancha en 2018 es consecuencia del comportamiento que han tenido los ingresos no financieros y los gastos no financieros, que se han ejecutado al 95 por ciento, uno de los porcentajes "más altos" de la legislatura.
El saldo presupuestario ha sido -279 millones de euros que sumado a los ajustes de contabilidad nacional (130 millones) hace que la cifra de necesidad de financiación, o déficit, se sitúe en 149 millones de euros, ha explicado el consejero, quien ha subrayado que Castilla-La Mancha es una de las cuatro autonomías que mejor comportamiento ha tenido respecto a la deuda.
El 0,36 % está "muy por debajo" del 0,44 % que se permite de margen a las comunidades autónomas, según Ruiz Molina quien ha recordado que el déficit autonómico de Castilla-La Mancha llegó en 2015 a 605 millones de euros, con lo que se ha reducido un 75 % (456 millones menos) a lo largo de la legislatura.
Dicho de otra forma, se ha pasado de un déficit del 1,61 % del PIB en 2015 al 0,36 % en 2018: "aquí ya no hay trampa ni hay cartón" ha señalado el consejero porque son datos "totalmente certificados" por la Intervención General de la Junta de Comunidades y la Intervención General del Estado.
El consejero se ha congratulado de que organismos como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) no hayan acertado en sus previsiones respecto a Castilla-La Mancha, ya que había ido señalando que veía improbable que la comunidad autónoma pudiera cumplir el objetivo de déficit.
Ha indicado que tener las cuentas saneadas permite pagar antes a los proveedores (el periodo medio se ha reducido un 41 % desde la anterior legislatura) y junto a ello el Gobierno regional ha podido "cumplir" el plan de recuperación económica y social que planteó al inicio de legislatura.
El consejero ha dicho que el dato de la deuda lo dará la ministra a lo largo del mes de abril aunque ha precisado que el dato "fundamental" es el déficit, ya que la deuda está "absolutamente relacionada" con el déficit y, por tanto, no habrá problema en que Castilla-La Mancha "cumpla también" con el objetivo de deuda.
A preguntas de los periodistas, el consejero ha expresado una "doble" satisfacción, por haber sabido "acompasar" el saneamiento de las finanzas públicas con el plan de recuperación económica y social que ha implicado atender las necesidades más importantes de los ciudadanos en servicios fundamentales.
"Podría decir que a lo largo de la legislatura hemos dado una vuelta de calcetín a la educación, la sanidad, la dependencia y los servicios sociales, y por otra parte, desde el punto de vista económico, hemos sido capaces de ser favorecedores de un crecimiento de empleo de más de 109-000 puestos de trabajo a lo largo de la legislatura", ha subrayado.
En cuanto a 2019, ha dicho que aún es "pronto" para saber cómo irá el comportamiento del déficit, pero ha recordado que el objetivo para este año está fijado en el 0,1 % del PIB: "tenemos más dificultades, pero como todavía quedan muchos meses para terminar vamos a ver si se cumplen los ingresos que nos han dicho que correspondían a la comunidad autónoma", ha apuntado.