El presidente electo de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se plantea como primera medida tras revalidar el cargo en las elecciones autonómicas de este domingo 26 de mayo, reeditar el pacto con empresarios y sindicatos para compartir de nuevo la agenda social en los próximos cuatro años.
En una reciente entrevista concedida a Efe, García-Page se ha marcado como reto llegar de nuevo a "acuerdos determinantes" para que haya "previsibilidad, seguridad y certeza" y que la región "no pueda volver a mirar atrás y no caiga en ningún tipo de aventura o lotería".
A partir de ahora, según ha explicado, aspira a convertirse en el líder de un programa "de cambio", ha explicado García-Page, con el objetivo de "aprovechar las nuevas demandas, retos y dinámicas que está empezando a ver en España, y sobre todo preparar a la región de cara al crecimiento económico para que pueda aprovechar los vientos mejor que nadie".
Este tipo de acuerdos socioeconómicos con empresarios y sindicatos ya han sido realizados por Page en la pasada legislatura y ahora, tras la mayoría absoluta conseguida este domingo, el presidente de la Junta apostará claramente por dar un impulso a este tipo de políticas consensuadas en Castilla-La Mancha.
De hecho, este mismo domingo, tras conocer su victoria electoral, García-Page dijo que ahora llega el tiempo de "sumar entre todos" y pensar en Castilla-La Mancha y en su futuro.