Los hosteleros de Toledo se frotan las manos por lo que ocurrirá en Madrid desde este lunes

La Asociación Provincial de Hostelería y Turismo de Toledo prevé que la próxima Cumbre del Clima (COP25), que se celebrará del 2 al 13 de diciembre en Madrid, deje "muchas visitas" en la capital de Castilla-La Mancha por parte de las 25.000 personas asistentes, entre participantes y congresistas.

No obstante, el responsable de la Comisión de Hoteles de esta Asociación provincial, Víctor Iglesias, ha informado a Efe de que la previsión de la ocupación hotelera en la provincia por este acontecimiento y durante esa fecha "no se ha visto muy afectada" ya que según ha explicado, cuando se planteó que Madrid albergará este evento, la ciudad de Toledo "ya tenía prácticamente todo reservado".

La Cumbre del Clima coincide con el Puente de la Constitución, que este año se celebra desde el viernes día 6 de diciembre hasta el día 8, unas fechas para las que la capital regional ya tiene sus alojamientos reservados al 75 por ciento en todo el fin de semana y una ocupación "muy grande" para el día 8, festividad de la Inmaculada Concepción, según ha confirmado el responsable hotelero.

Iglesias ha justificado la poca repercusión del congreso en Toledo porque al ser un destino turístico muy demandado para este puente, los congresistas "han debido elegir los alrededores de Madrid", con hoteles que tengan disponibilidad completa durante todos los días que dura la Cumbre y sin llegar a entrar en la provincia de Toledo.

Previsión tardía

Así, el responsable hotelero ha lamentado que la organización de este evento haya llegado con una previsión muy tardía, que va a suponer unos beneficios por debajo de la repercusión que hubiera tenido para la ciudad si se hubiera celebrado en otra fecha.

Aún así, Iglesias se ha mostrado convencido de que una cumbre mundial de estas características dejará un número importante de visitas turísticas en la capital regional, "antes, después o durante el Congreso".

La COP25 es el foro político más importante a nivel internacional para hacer frente a la emergencia climática y supone la última reunión antes del plazo establecido por los países miembros para activar el Acuerdo de París, en 2020.