La campaña del ajo morado de Las Pedroñeras (Cuenca) afronta la recta final con buenos resultados, ya que se han superado las expectativas en cuanto a calidad y producción, con buenas perspectivas de precios y sin que la COVID-19 haya afectado ni a la disponibilidad de mano de obra ni a la ejecución de las tareas habituales.
En una nota de prensa, la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Ajo Morado de Las Pedroñeras ha indicado, que tras finalizar las fases de recolección y corte, en los últimos días el producto está llegando a los almacenes y las clasificadoras, con unos resultados que han superado las expectativas.
La presidenta de la IGP, Elena Mesas, ha comentado que si bien los pronósticos iniciales eran peores, "finalmente la campaña ha ido bien y se prevé que sea buena, con un calibre mayor del esperado" y ha asegurado que la campaña de este año "es una muy buena producción con calidad".
La nueva campaña arrancaba sin excedentes en los almacenes, ya que a inicios de año, China cerró sus fábricas al no poder exportar por la crisis sanitaria derivada del coronavirus, y la demanda de países como Estados Unidos se trasladó a España, donde sí había oferta, ha comentado la presidenta de la IGP.
Ha cambiado todo el mercado
Mesas ha añadido que el hecho de que "no haya stock en los almacenes ha cambiado todo el mercado del ajo", ya que desde enero tenían otras perspectivas de venta, aunque este cambio se considera beneficioso ya que el ajo que pudiese haber del año anterior bajaría el precio.
Y es que el sector del ajo de la región ha incrementado un 67 % el valor de las exportaciones de enero a abril de este año, con una facturación total de cerca de 46 millones de euros, según la Consejería de Agricultura en Castilla- La Mancha, ha destacado la IGP.
Asimismo, ha señalado que aún es pronto para hablar del precio que pueda alcanzar en el mercado, que aun no se ha establecido, aunque ha matizado que "China siempre influye, así como las variedades más tempranas que sí se han visto más afectadas este año en la comarca, así que ambos factores serán determinantes para el precio final del ajo morado".
Por lo tanto, los productores y comercializadores siguen pendientes de la evolución de los mercados y la pérdida de calidad en la cosecha del ajo temprano, el ajo spring, variedad china que también se cultiva en la Mancha.
Aumentar el valor
Al reducirse esta oferta, podría aumentar el valor del morado, ha señalado la IGP, que ha indicado también que la pandemia "puede ayudar incluso a abrirse en nuevos mercados que buscan producto de calidad, donde el ajo morado encuentra su oportunidad.
En cuanto a la producción, la IGP ha avanzado que se esperan muchos kilos por hectárea "tras un buen invierno en el que no se ha perdido semilla", por lo que se estima que la producción será similar a la del año anterior y, además, "está saliendo con mucho color, de un morado característico en los dientes muy intenso", ha resaltado Mesas.
También ha hecho referencia a que ha sido una campaña marcada por la covid-19 que, sin embargo, no ha afectado a la disponibilidad de mano de obra ni la ejecución de las tareas habituales.
"Al principio se temía que no hubiese suficientes personas para la recolección, pero al final se ha desarrollado con completa normalidad, ya que muchos temporeros -cualificados por la experiencia de otros años- pudieron cruzar la frontera al contar con un contrato de trabajo previo", ha subrayado la presidenta de la IGP.
Medidas sanitarias
Mesas ha asegurado igualmente que "hay concienciación respecto a las medidas sanitarias y se está aplicando el protocolo covid, en los almacenes con las precauciones del día a día".
Por otra parte, la IGP ha explicado que el sistema de trabajo ha cambiado poco, ya que el corte y pelado del producto es tradicionalmente manual, ya que "la mecanización que se va incorporando en el corte ha servido para extraer la semilla para la campaña que viene, pero no se aplica tanto para el producto de venta, porque la clasificación en el almacén pasa a ser más difícil, y este se sigue cuidando mucho a lo largo de todo el proceso".
Bajo el sello de la IGP Ajo Morado de Las Pedroñeras, en la zona protegida que abarca las provincias de Cuenca, Albacete, Ciudad Real y Toledo, esta campaña ha habido 3.340 hectáreas certificadas en 441 explotaciones inscritas que han sembrado, y una cifra similar de agricultores, en una zona de producción, manipulación y envasado constituida por doscientas veintisiete localidades, en las que hay una decena de industrias.