Los seis bancos que cotizan en el Ibex 35 han vuelto a sacrificar sus ganancias en el primer semestre de 2020, incurriendo en pérdidas históricas en algunos casos, para blindar su balance ante el aumento del riesgo derivado de la crisis económica que han ocasionado las medidas de contingencia implementadas para mitigar la expansión del coronavirus.
Esta situación excepcional ha llevado a la gran banca a protegerse ante potenciales insolvencias adoptando una postura de prudencia y realizando provisiones de forma agregada por importe de unos 11.900 millones de euros, en vistas de que el escenario continuará deteriorándose y que el coste de riesgo ha aumentado considerablemente.
Las decisiones adoptadas han llevado a la entidad presidida por Ana Botín a entrar en 'números rojos' por primera vez en su historia, incurriendo en una pérdida atribuida de 10.798 millones de euros durante los primeros seis meses de 2020.
Banco Santander ha dotado 7.030 millones de euros para hacer frente al deterioro del valor de los activos financieros por los efectos derivados del Covid-19. En su caso, también ha impactado una actualización de los fondos de comercio de sus inversiones y de los activos fiscales diferidos (DTAs) de 12.600 millones de euros, lo que ha generado un cargo extraordinario sin efecto en caja.
Este ajuste obedece al deterioro de las perspectivas económicas como consecuencia de la crisis del Covid-19 y no afecta a la liquidez, al riesgo de crédito ni a la ratio de capital CET1.
Lo mismo ha hecho BBVA, entidad que se ha anotado pérdidas por 1.157 millones de euros durante el primer semestre de este año. El banco liderado por Carlos Torres ha realizado dotaciones por 2.104 millones de euros, de las que 1.460 millones se aplicaron en el primer trimestre y 644 millones en el segundo, que se unen al ajuste del fondo de comercio de Estados Unidos por 2.084 millones de euros contabilizado en el primer trimestre.
Por su parte, CaixaBank ha cerrado el primer semestre con un beneficio atribuido de 205 millones de euros, un 67% menos respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, tras realizar en estos seis primeros meses una provisión extraordinaria de 1.155 millones de euros por el impacto de la crisis sanitaria.
La entidad comandada por Jordi Gual realizó una provisión de 400 millones de euros en los tres primeros meses del ejercicio actual, a los que se han sumado otros 755 millones en este segundo trimestre.
Asimismo, Bankia registró un beneficio neto de 142 millones de euros durante la primera parte de 2020, un 64% inferior al obtenido hace un año, debido a las provisiones para hacer frente a posibles contingencias como consecuencia de la situación generada por el coronavirus.
El banco liderado por José Ignacio Goirigolzarri ha efectuado una dotación de provisiones de carácter extraordinario de 185 millones de euros que, sumados a los 125 millones del primer trimestre, alcanzan los 310 millones.
Igualmente, Banco Sabadell ha cerrado con ganancias atribuidas de 145 millones de euros hasta junio, un 72,7% menos respecto al mismo periodo del año pasado tras destinar 1.089 millones de euros a provisiones por la actualización de los modelos de la normativa contable IFRS9 que incorporan los nuevos escenarios macroeconómicos por el Covid-19.
De su lado, Bankinter registró un beneficio neto de 109,1 millones de euros en el primer semestre de este año, lo que supone un descenso del 64,7% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, debido a las provisiones extraordinarias de 192,5 millones de euros para afrontar el cambio de escenario macroeconómico y por la ausencia de los extraordinarios de 2019.
La mayoría de las entidades creen que la gran parte de las dotaciones ya está hecha, sobre todo una vez pasado este segundo trimestre del ejercicio, en el que se enmarca el impacto más fuerte por las medidas impuestas para la contención en la expansión de la enfermedad.
En cualquier caso, reconocen que todavía hay muchas incertidumbres, por lo que la situación y la evolución de la pandemia tendrá que seguir vigilándose muy de cerca y ver qué pasa con los confinamientos. En suma, continuarán siendo muy cautos, pero dan por hecho que la mayor parte de las dotaciones por Covid ya se han realizado.
A pesar de las medidas impulsadas por los distintos gobiernos como las moratorias hipotecarias o créditos al consumo, así como las garantías públicas sobre financiación empresarial, se anticipa que se producirá un significativo incremento de las ratios de mora y un deterioro de la calidad de los balances.
Con todo, la gran banca española presume de contar con una buena posición de capital para hacer frente a la situación, e incluso ha renunciado al reparto de dividendos, siguiendo las recomendaciones del Banco Central Europeo (BCE), y a la asignación de retribuciones variables por parte de altos directivos.