El verano de 2020 ha sido el verano de la pandemia, pero también el verano en el que muchos españoles han descubierto que tienen mucho que disfrutar cerca de su casa. En la plataforma de Airbnb, durante julio y agosto, el turismo de proximidad -viajeros con residencia a menos de 500 kilómetros del destino- ha crecido en todas las comunidades autónomas, a excepción de Madrid y Navarra.
La elección de destinos cercanos ha ocasionado que los ingresos provenientes de esos viajeros hayan crecido en el conjunto de España, durante julio y agosto, alrededor de un 25 % respecto al mismo periodo del año anterior. Regiones que no están asociadas a las tradicionales zonas de turismo veraniego, como Castilla La Mancha, Asturias y Castilla León, han escalado hasta los primeros puestos en crecimiento de los ingresos de viajes de proximidad, respecto al año anterior.
Por su parte, pese las restricciones a los viajes internacionales, los destinos insulares como Canarias y Baleares, han registrado este verano más ingresos que el año pasado de los viajeros de proximidad, lo que demuestra la creciente fortaleza de los corredores internos y del turismo doméstico en las islas.
Según Airbnb, en las Islas Canarias estos ingresos han aumentado un 66 %; en Castilla-La Mancha, un 64 %; en Castilla y León, un 40 %; en Asturias, un 37%; y en las Islas Baleares, un 32 %.
Esta tendencia ya se apuntaba desde las primeras fases de la desescalada: el porcentaje de reservas en España que se hicieron en un radio menor de 500 km desde el domicilio habitual pasó de representar un 17 % en febrero al 45 % en mayo. Este verano (julio y agosto de 2020), más de 200 localidades que el año pasado no habían obtenido ningún ingreso por turismo de proximidad han recibido viajeros de zonas cercanas.
Durante la pandemia, y como resultado del aislamiento y dificultades económicas a las que se han enfrentado muchas personas en todo el mundo, más de 200.000 anfitriones nuevos han abierto sus hogares a sus primeros huéspedes a través de la plataforma de Airbnb.
Estos nuevos anfitriones viven en todos los continentes (excepto la Antártida), en más de 200 países y regiones, y se estima que aproximadamente el 57 % son mujeres. Además, la facilidad de ofrecer un alojamiento a través de la plataforma de Airbnb hace que en la plataforma puedan encontrarse espacios en lugares donde los hoteles no pueden permitirse estar.Por eso, muchos de estos nuevos alojamientos se encuentran en pequeñas poblaciones y lugares remotos, permitiendo que puedan beneficiarse económicamente del turismo.
En España, las localidades que han sido tendencia este verano en los viajes de proximidad y que más ha visto incrementar los ingresos de estos viajeros, con múltiplos de entre 5 y 7 veces son: Comares (Málaga), Chinchón (Madrid), Sayalonga (Málaga), El Gastor (Cádiz), Polop (Alicante), Periana (Málaga), Santa Úrsula (Tenerife), Alcaucín (Málaga), Torremocha de Jarama ( Madrid) y Cardedeu (Barcelona).
Al viajar a estas localidades, los viajeros han optado por alojarse en casas con piscina en las que poder pasar el verano en familia. Por eso, los alojamientos catalogados como ‘Casa’, ‘Villa o Chalet’ lideraron las categorías de alojamiento, así como la piscina, que fue el atributo estrella en las búsquedas en la plataforma para este verano. Poder viajar con la mascota o contar con Wiffi para trabajar desde el destino han sido otras de las características clave para los españoles estas vacaciones.