Desde 2016 el Euribor no ha dejado de bajar, alcanzando recientemente mínimos históricos (-0,415%) que se han ido trasladando a las hipotecas variables, reduciendo del mismo modo el importe de sus cuotas. A pesar de ello, la política comercial de los bancos ha sido la de promocionar las hipotecas a tipo fijo, hasta el punto de que más de la mitad de las nuevas hipotecas contratadas en julio lo eran de esta modalidad. Una decisión que, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), ha resultado lesiva para los intereses de los nuevos hipotecados.
De hecho, según un estudio realizado por OCU, un consumidor que hace cinco años hubiera contratado una hipoteca de 100.000 euros a 15 años a tipo de interés variable con la entidad que ofrecía mejores condiciones en ese momento (la de Open Bank, referenciada a Euribor más 1,25%), a día de hoy se habrá ahorrado más de 4.000 euros respecto a la mejor opción a tipo fijo de ese momento (la del BBVA, con un tipo nominal anual del 1,80%). Todo ello sin tener en cuenta el seguro de vida que exigía el BBVA en su momento para obtener las condiciones de esa hipoteca.
OCU considera que las hipotecas a tipo variable siguen siendo más interesantes que las referenciadas a tipo fijo. En el marco económico actual, es más que probable que el Banco Central Europeo continúe con sus políticas de estímulos financieros y monetarios, lo que debería mantener el Euribor en cifras negativas. Además, hoy por hoy, las mejores hipotecas siguen siendo las referenciadas a tipo variable. En concreto:
Hipoteca variable a tu manera (Myinvestor): 1,59% el primer año, revisable a Euribor + 0,87% contratando el seguro de hogar. Aunque solo se ofrece a clientes con nóminas mayores de 4.000 euros
Hipoteca Openbank: 1,99% el primer año, revisable a Euribor + 0,89%, domiciliando una nómina de al menos 900 euros.
Hipoteca Pibank: 1,99% el primer año, revisable a Euribor + 0,95%, sin requisitos.
En cuanto a las hipotecas a tipo mixto, OCU advierte que son aún peores que las referenciadas a tipo fijo, porque ofrecen precisamente un tipo fijo al principio del préstamo, privando así al cliente de aprovechar los bajos tipo de interés actuales; y un tipo variable después, que es cuando las subidas serán más probables. Un mal negocio del que conviene huir.